Navío Domingo, Santo 1769

Posted By on 13 de enero de 2012

Botado en Guarnizo el 6 de febrero de 1769. Pertenece a la misma serie que el navío San Juan Nepomuceno, siendo el último de los construidos. A primeros de 1770 se encontraba en Ferrol listo para zarpar rumbo a América con tropas y pertrechos. Ese mismo año se puso al mando del capitán de navío don Juan Antonio Cordero con el que realizó servicio de guardacostas en las costas gallegas.

El 21 de julio y hasta agosto de 1770, acompañado del navío Guerrero, participó en las pruebas de mar del navío Santísima Trinidad, todos al mando del jefe de escuadra don Pedro Castejón, comisión completada con un crucero sobre los cabos de San Vicente y Santa María, entrando después en Cádiz. De Cádiz zarpó para escoltar a varias embarcaciones destinadas a América.

En 1773 formó parte de la división de tres navíos y una fragata mandada por el brigadier don Alejo Rubalcaba, con insignia en el navío San Nicolás, con la que realizó varias comisiones de vigilancia de la costa gallega. A primeros de 1774 zarpa de Ferrol con el navío Guerrero y la fragata Magdalena rumbo a Cádiz. Zarpan estos buques de Cádiz donde se les une el navío San Rafael, mandados por el jefe de escuadra don Pedro González de Castejón. Embarcan tropas en Cartagena y regresan a Cádiz.

El 18 de agosto de 1774 zarpa de Cádiz rumbo a Veracruz al mando del capitán de navío don Martín Antonio de Lastarría y Sendagorta formando división con el navío Astuto, varias fragatas y unidades menores, llevando a bordo al regimiento de infantería Galicia y 500 presidiarios desertores. En alta mar, a la altura de Santa Cruz de Tenerife, varió su derrota obedeciendo órdenes reservadas y se dirigió a Montevideo. Llegó a Montevideo el 10 de noviembre de 1774 con las fragatas Santa Rosalía y Santa María Magdalena, el bergantín Santiago y la goleta Santa Engracia. Al día siguiente entró el paquebote San Cristóbal. El 14 de noviembre entró en Montevideo la urca Anónima. Las últimas naves en llegar lo hicieron el 28 de noviembre, fueron las urcas Santa Florentina y Bizarra.

En 1776 estuvo a punto de perderse en el Río de la Plata. A causa de un temporal del SE quedó varado en la desembocadura del riachuelo Miguelete, al oeste de la punta de Piedras. Se pensó en abandonarlo al quedar con sólo medio metro de agua por la proa y menos por la popa. Por suerte, una crecida del río ayudó a que se le pudiera desembarazar sin ningún daño en el casco. El 24 de febrero de 1777 se encontraba en el apostadero de Montevideo al mando del capitán de navío don Martín de Lastarría.

En 1778 seguía al mando del capitán de navío don Martín Antonio de Lastarría, con el que fue a la isla de Santa Catalina y participó en las operaciones de la Armada contra Portugal en el Atlántico Sur. Regresó a Cádiz el 17 de julio de 1778 al mando de Lastarría con los navíos Monarca, San Dámaso y América. Queda en Cádiz incorporada a la escuadra de don Luis de Córdoba.

Al comenzar la guerra con los británicos en junio de 1779 se encontraba carenándose en Cádiz. El 1º de julio de 1779, formando división con el navío San Lorenzo y otros buques menores, apresó y condujo a Cádiz al bergantín británico Valiant, cargado de bacalao. Estuvo después en un crucero por la costa portuguesa al mando del capitán de navío don Ignacio Mendizábal. El 20 de septiembre entró en el puerto de Lisboa con el navío San Lorenzo. Su comandante Mendizábal visitó al embajador de la corte española en Lisboa. Le comentó el Conde de Fernán Núñez « no me vuelva a entrar allí sin un navío inglés, lo menos » Mendizábal le respondió: « Esté usted seguro que a mí no me tomarán los ingleses, porque o yo los tomo o me han de hacer saltar antes de rendirme » Palabras proféticas que se harían realidad pocos meses después.

El día 13 de octubre se incorpora a la escuadra del brigadier don Juan de Lángara y Huarte. Seguía al mando del capitán de navío don Ignacio de Mendizábal Vildosola. Cerca del cabo de Santa María esta escuadra es sorprendida el 16 de enero de 1780 por la británica al mando de George Rodney, que escoltaba un convoy de socorro a Gibraltar. Durante la batalla, el Santo Domingo hizo explosión y se hundió con toda la tripulación. El rey Carlos III dispuso que la viuda del comandante Mendizábal disfrutara del sueldo de su esposo y a su hijo le costeó la educación y carrera.

Bibliografía:

Gaceta de Madrid, nº 61, 22 de julio de 1779, página 534.

Gaceta de Madrid, nº 82. Lisboa, 28 de septiembre de 1779, página 723. Publicado en Madrid el 8 de octubre de 1779.

Alsina Torrente, Juan.: Una guerra romántica, 1778-1783. Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 2006.

Correa Luna, Carlos.: Campaña de Brasil, antecedentes coloniales. Tomo III. Archivo General de la Nación, Argentina, 1941.

González López, Emilio.: Bajo las luces de la ilustración. Galicia en los reinados de Carlos III y Carlos IV. Ediciones del Castro. La Coruña, 1977.

Gutiérrez de los Ríos, Carlos.: Vida de Carlos III. Tomo I. Madrid, 1898.

Paula Cuadrado, Francisco de.: Elogio histórico del Excmo. Sr. Don Antonio de Escaño. Imprenta Real Academia de la Historia. Madrid, 1852.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería biográfica de los Generales de Marina. Madrid, 1873.

Compilada por Santiago Gómez.

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