Isabel II 1850

Posted By on 29 de abril de 2013

Vapor de ruedas Isabel II 2º. Colección de don José Lledó Calabuig.

Vapor de ruedas Isabel II 2º. Colección de don José Lledó Calabuig.

El vapor de ruedas Isabel II era el cabeza de una clase de cuatro vapores. Recibió su nombre en honor a la reina Isabel de Borbón. La clase se componía de cuatro vapores, contratados por parejas a dos astilleros diferentes, los vapores Fernando el Católico e Isabel la Católica a los astilleros Money & Wigram, y los vapores Isabel II y Francisco de Asís en los astilleros Charles J. Mare & Co., de Blackwall, Londres.

La construcción de los dos vapores fue autorizada el 21 de junio de 1850, botándose a finales de ese mismo año. Su casco de madera desplazaba 2.879 toneladas. Medía 66 metros de eslora, 14,50 de manga y 6,40 de puntal. Tripulado por 300 hombres.

Su máquina de 500 caballos nominales y 1.500 indicados le daban una velocidad de 12 nudos.

Armado con 16 cañones lisos de 68 libras (200 mm), 7 por banda y 2 giratorios a proa y popa.

En diferentes fuentes se afirma que llegó a Cádiz con el vapor Fernando el Católico el 7 de agosto de 1851. Debe tratarse de un error repetido por diferentes autores, dado que fue destinado a las islas Filipinas a finales de 1850.

Participó en la expedición a Jólo a las órdenes del capitán general del archipiélago, el marqués de la Solana. Zarpó desde Manila el 11 de diciembre de 1850, junto con el vapor de ruedas Elcano, la corbeta Villa de Bilbao y el bergantín Ligero, dando escolta a un convoy de tropas, mandando la escuadra el comandante general de marina el brigadier Manuel de Quesada, con rumbo a Zamboanga, donde se les unieron el vapor de ruedas Reina de Castilla, dos lanchas cañoneras y nueve falúas. El ejército estaba compuesto por 10 jefes, 132 oficiales, 2.876 soldados y 925 voluntarios, con 6 obuses de montaña y un parque de ingenieros. El ataque a los piratas joloanos se produjo con éxito el 28 de febrero de 1851.

De regreso en la Península, en abril de 1851 zarpa de Valencia llevando a bordo a los duques de Montpensier, Antonio de Orleáns y su esposa doña Luisa Fernanda de Borbón, realizando escalas en Palma de Mallorca, Mahón, Villafranca y Génova, donde desembarcan. Tras esta comisión se incorporó a la división naval del Mediterráneo, mandada por el brigadier don Joaquín Gutiérrez de Rubalcaba. En el mes de julio del mismo año pasó a Southampton, donde embarcaron los duques de Montpensier, que había dejado en Génova. Los condujo a Ferrol, Coruña, Marín, Lisboa y Cádiz, donde desembarcaron.

Por Real orden de 28 de julio de 1851 se concedió su mando al capitán de navío don Eusebio Salcedo. El 1º de enero de 1852 se encontraba en el puerto de Vigo, siendo destinado a las Antillas. El comandante Salcedo dejó el mando el 12 de noviembre de 1853. En mayo de 1856 salió de la Habana con el vapor Ulloa y la corbeta Ferrolana y llegaron a Veracruz el 28 de mayo para apoyar las reclamaciones del gobierno español.

Entre finales de 1859 y 1860, participó en las operaciones navales de la guerra de África. Al año siguiente se incorporó a la Escuadra de Instrucción bajo las órdenes del jefe de escuadra don Luis Hernández Pinzón y Álvarez, que izó su insignia en el vapor Isabel II, mandado por el capitán de navío don Mariano Pery y Ravé. En el mes de abril de 1862 recaló en el puerto de Tánger para embarcar y trasladar a puerto español 60 millones de reales de la deuda de Marruecos por indemnización de guerra.

El 1º de noviembre de 1862 toma su mando en La Carraca el capitán de navío don Casto Méndez Núñez. Regresó de nuevo en 1863 a Cuba, zarpando de Cádiz el 14 de noviembre. Hizo una escala en Puerto Rico el 1º de diciembre, de donde vuelve a salir el día 4 y llega a la Habana el 8 de diciembre de 1862, tras hacer otra escala en Santo Domingo. Trajo a la Habana al nuevo capitán general de Cuba don Domingo Dulce, marqués de Castell-Florite.

Zarpo de la Habana con destino a la costa venezolana, arribando el 2 de junio de 1863 a La Guaira, con la misión de proteger los intereses de los españoles residentes en Venezuela durante la llamada Guerra Federal. Su comandante ofreció el buque al ex presidente don José Antonio Páez para que pudiera trasladarse a donde fuera necesario, como mediador y para tratar de devolver la paz a dicha república.

Partió de La Guaira el 2 de agosto y tras una breve escala en Puerto Rico para repostar carbón, llegó a Santiago de Cuba el 20 de agosto. Embarcó a 432 soldados de infantería y una batería de montaña, en total 600 hombres de los regimientos de la Corona y Cuba, mandados por el coronel de ingenieros don Salvador Arizón. Zarpó la mañana del 25 de agosto rumbo al Puerto de la Plata, en la isla de Santo Domingo, donde las tropas españolas combatían contra los partidarios de la no anexión a España, apoyados por Haití. Al no estar seguro de quien controlaba la plaza, desembarcó las tropas en la costa cercana al castillo, para socorrer el fuerte, defendido por una pequeña guarnición, y apoderarse de la plaza.

La mañana del 28 de agosto llegó el vapor Hernán Cortés con una compañía de infantería desde Samaná y el vapor Isabel II puso rumbo a la Habana. Se cruzó con el vapor transporte Francisco de Borja, que llevaba a Santiago de Cuba 500 soldados del batallón de Cazadores de Isabel II. El segundo al mando pasó a conferenciar con don Casto Méndez Núñez, tomando la decisión de dirigirse a Puerto de la Plata, donde eran necesarias las tropas. El 2 de septiembre de 1863 llegó a la Habana. Dos días después embarcó como segundo de a bordo el capitán de fragata don Nicanor Sotelo. Zarpó de la Habana el 19 de septiembre con 744 soldados del batallón de La Habana y una compañía de ingenieros, mandados por el coronel don Benito Pasarón y Sartras. Cuando llegó al Puerto de la Plata, se encontraban allí fondeados los vapores Velasco, con acémilas, y Francisco de Borja, con víveres y municiones. Las tropas españolas involucradas en los combates en la isla de Santo Domingo ascendían ya a 4.000 hombres, mandados por el general Gándara.

El 24 de septiembre salió el Isabel II para Santo Domingo con municiones, y 10.000 pesos para entregar al batallón de Nápoles, llegando a su destino el día 26. Zarpó de nuevo rumbo a Samaná, regresando el 29 de septiembre a Puerto de la Plata para llevar correspondencia al general Gándara, poniendo rumbo a la Habana esa misma noche. Volvió a salir de la Habana el 30 de octubre de 1863 con 430 soldados, 240.000 pesos para el Ejército, pólvora y municiones. Recaló en el puerto de Nuevitas para recoger más tropas destinadas a Santo Domingo, sumando 700 soldados. Fondeó en la rada de Santo Domingo el 8 de noviembre. El 14 de noviembre llegó a Samaná y el día 16 a Puerto de la Plata, donde al día siguiente es bombardeado por varios cañones de los insurgentes. La tarde del 17 de noviembre embarcó varios heridos, y otro personal civil y militar. Méndez Núñez recibió la orden de bombardear las posiciones rebeldes, partiendo de nuevo para Samaná, embarcando a varias personas. La tarde del 20 de noviembre desembarcó en la capital de Santo Domingo a los heridos y enfermos y al personal que iba de transporte. El día 26 salió rumbo a Puerto Rico y volvió a zarpar el 4 de diciembre con tropas, municiones, víveres y otros pertrechos de guerra, desembarcando el material al día siguiente en Santo Domingo. El 8 de diciembre puso rumbo a la bahía de Arzúa, donde desembarcó a más de 500 hombres. En la citada bahía se encontraba el brigadier jefe de la división naval, don Manuel Sivila y Posada, con la corbeta Santa Lucía y el vapor Pizarro. Después de realizar otros servicios, el brigadier Sivila ordena al comandante del vapor Isabel II regresar a la Habana por el mal estado de sus calderas. Después de una escala en Santiago de Cuba para carbonear, el 1º de enero de 1864 llegó a la Habana, entrando en el dique el día 11 de enero.

El 22 de enero de 1864 es sustituido Méndez Núñez, por el capitán de navío don Federico de Santiago y Hoppe, que hasta ahora mandaba la fragata de hélice Princesa de Asturias, buque que pasó a mandar Méndez Núñez. El vapor Isabel II salió rumbo a Cádiz en el mes de febrero de 1864.

En el mes de septiembre de 1868 se encontraba en la bahía de Cádiz cuando se sublevaron el brigadier Topete y el general Prim, finalizando la monarquía de la reina doña Isabel II. Al vapor se le cambió su nombre por el de Ciudad de Cádiz.

Al comenzar la revolución cantonal, se encontraba en el departamento marítimo de Cádiz, donde el arsenal de La Carraca fue asediado por los sublevados. Finalizado el levantamiento en Cádiz, en los primeros días del mes de agosto partió de Cádiz y se unió en la bahía de Algeciras a la flotilla reunida al mando del contraalmirante don Miguel Lobo Malagamba. Unos días después, el 9 de agosto, es nombrado comandante de la Escuadra del Mediterráneo, o lo que es lo mismo, del bloqueo de Cartagena, partiendo rumbo a Alicante, donde se unieron los vapores Lepanto y Ciudad de Cádiz y las goletas de hélice Colón y Proserpina. En las proximidades de Cartagena fueron recibidos por la artillería del castillo de Galeras, recibiendo dos impactos el vapor Ciudad de Cádiz.

Tomó parte en el combate naval de Portman el 11 de octubre de 1873. Estaba al mando del capitán de navío don Mariano Balbiani. El vapor Ciudad de Cádiz, en el que arbolaba su insignia el contraalmirante Lobo, recibió varios impactos de la fragata blindada Numancia. El 23 de octubre de 1873 volvió la escuadra del gobierno a aguas de Portman, ahora al mando del contraalmirante don Nicolás Chicarro, compuesta por las fragatas blindadas Vitoria y Zaragoza, las fragatas de hélice Almansa, Navas de Tolosa y Carmen, la corbeta de hélice Diana, la goleta de hélice Prosperidad y el vapor Ciudad de Cádiz. Finalizada la sublevación, la escuadra de Chicarro fondeó en Cartagena el 20 de enero de 1874.

Para su siguiente servicio se incorporó a las Fuerzas Navales del Norte durante la guerra carlista. Seguía al mando del capitán de navío Balbiani y estaba armado con cuatro cañones lisos de 200 mm y uno rayado de 160 mm.

En septiembre de 1880 se encontraba en el departamento de Ferrol en situación de desarme. El vapor Ciudad de Cádiz, antiguo Isabel II, fue dado de baja en 1882.

Bibliografía:

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Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.

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Pérez Crespo, Antonio.: El cantón murciano. Academia Alfonso X el Sabio. Murcia, 1990.

Compilada por Santiago Gómez.

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