Destructor 1887

Posted By on 19 de julio de 2013

Foto del cazatorpedero Destructor. Colección de don Alfredo Aguilera.

Foto del cazatorpedero Destructor. Colección de don Alfredo Aguilera.

La idea de este buque, torpedero de alta mar, llegó de manos del teniente de navío de 1ª clase don Fernando de Villaamil, que presentó el proyecto al ministro de Marina vicealmirante Pezuela. El ministro Pezuela encargó en año 1885 al teniente Villaamil que se desplazara a Londres para proseguir con su proyecto y encargara su construcción.

Se trataba de una torpedero de alta mar, con buenas condiciones marineras y capaz de acompañar a las escuadras y defenderlas de los torpederos enemigos. El resultado fue un buque algo mayor de 350 toneladas y una novedad en ese momento, creando un nuevo tipo de buque de guerra que se llamaría cazatorpedero y a comienzos del siglo XX como destructor.

Villaamil encargó a varios astilleros la realización del buque, eligiendo a J. & G. Thomson, de Clydebank, en Glasgow. Tras ser aprobado el proyecto por el ministro de Marina, el contrato lo firmó en Glasgow el 14 de noviembre de 1885, por importe de 38.000 libras, el jefe de la comisión, el capitán de navío don José María Illescas, y el comisario capitán de navío don Carlos Azcárraga Suance.

Por un Real decreto de 21 de diciembre de 1885 se llamó Destructor. Fue botado el 29 de julio de 1886.

Desplazaba 380 toneladas, 458 a plena carga. Medía 58,74 metros de eslora, 7,63 metros de manga, 2,98 de puntal y 2,46 de calado. Tripulación de 60 hombres. Disponía de tres palos abatibles para velas guairas y dos foques. Contaba con dos chimeneas colocadas de forma transversal, un espolón y una popa de espejo.

Disponía de dos grupos de máquinas verticales de triple expansión, sistema Compound, de 3.800 caballos de potencia, proporcionando a sus dos hélices la velocidad de 22,5 nudos, 20,2 a plena carga de su desplazamiento. Autonomía de 2.000 millas a velocidad económica. Capacidad de almacenar 100 toneladas de carbón.

Armado con un cañón Hontoria de 90 mm, situado a proa, 4 cañones de tiro rápido Nordenfelt de 57 mm, 2 cañones revólveres de 37 mm y 3 tubos lanzatorpedos Schwartzkoff, dos a proa y uno a popa.

Después de realizar varias pruebas de mar en las que alcanzó 22,98 nudos, es entregado el 19 de enero de 1887 a su primer comandante, el teniente de navío de 1ª clase Villaamil, zarpando de Falmouth el 24 de enero y llegando a Vigo al día siguiente. Durante esta navegación fue castigado por fuertes vientos y mar agitado, comportándose de forma admirable sin bajar de los 18 nudos de velocidad.

Sus buenos resultados levantaron ampollas en muchas Marinas, catalogándolo como cañonero torpedero, olvidándose de su concepción avanzada. Se adelantó en seis años a los primeros destructores aceptados internacionalmente como tales. La Armada española mostró al buque siempre que tuvo ocasión, como la Exposición Universal de Barcelona, en mayo de 1888. También se convirtió en uno de los buques favoritos de la reina Regente, desplazándose en los veranos a aguas del Cantábrico.

El mismo día de su llega a Vigo, zarpa rumbo a la bahía de Cádiz, fondeando el 2 de febrero de 1887. El 22 de junio de 1887 zarpa de Cádiz rumbo a Cartagena, donde realiza pruebas de marcha lenta y de tiro, entrando después en el arsenal para limpiar sus fondos. El 16 de julio es visitado por el comandante de la escuadra británica que se encuentra en Cartagena, el Duque de Edimburgo. A requerimientos de éste, el Destructor realizó una navegación a toda máquina y lanzamiento de torpedos.

El 20 de julio zarpa de Cartagena y el 22 de Cádiz, fondeando en Ferrol el 27 de julio. El primer viaje por el mar Cantábrico lo realizó en agosto de 1887, a San Sebastián, donde embarcó la Reina el 22 de agosto en el Destructor, acompañada por el presidente del gobierno y el ministro de Marina. Navegó hasta cabo Machichaco escoltado por el crucero Lepanto y el vapor Ferrolano, desembarcando la Reina en Santander. El 25 de agosto de ese año realizó evoluciones en aguas de San Sebastián, con presencia de la Reina a bordo del crucero Castilla, además del presidente del Consejo y el ministro de Marina Rodríguez Arias. El Destructor realizó maniobras, lanzó salvas y lanzamiento de torpedos sobre blanco. Permanece en San Sebastián hasta el 10 de septiembre, sirviendo de yate Real y realizando maniobras con el torpedero Ariete. Desde Bilbao zarpa el 20 de septiembre rumbo a San Sebastián acompañado por el vapor Ferrolano y el cañonero Tajo.

Zarpa de nuevo el 26 de septiembre y llega a Ferrol al día siguiente. A causa de una avería en el timón, entró en el arsenal y permaneció en el dique hasta el mes de marzo de 1888. El 5 de abril de 1888 zarpó de Ferrol rumbo a Cartagena con los torpederos Halcón, Ariete, Rayo, Azor, Habana. Debían reunirse en Cartagena con otros torpederos y realizar varios ejercicios. Al doblar cabo Finisterre les sorprendió un fuerte temporal y hubo una explosión en una de las calderas del torpedero Habana, matando a dos fogoneros y dos marineros. Quedó al garete y varó en cabo Toriñana. A pesar del peligro de perderse, pudo sacarlo el Destructor y llevarlo a remolque a Corcubión, pidiéndose la concesión la Cruz Laureada de San Fernando para sus comandantes, Ozamiz y Villaamil, un cabo de mar y dos marineros, aunque no se concedieron por razones de “papeleo”.

En el mismo mes de abril de 1888 se iniciaron las maniobras de la división de torpederos y finalizaron el 30 de junio. Con la División salida de Ferrol, al mando de Villaamil, participaron la División de Cádiz, con los torpederos Barceló y Retamosa, y la de Cartagena, con los torpederos Ordóñez y Acevedo. También participaron los cruceros Navarra y Castilla y las fragatas Gerona y Numancia, todos al mando del jefe de la Escuadra de Instrucción, Maymó. Las maniobras, dirigidas por el director de la Escuela de Torpedos de Cartagena, capitán de navío don Segismundo Bermejo, se realizaron en siete semanas, cada una dedicada a un supuesto táctico diferente. Durante este tiempo, el Destructor interrumpió los ejercicios para asistir el 20 de mayo de 1888 a la inauguración de la Exposición Universal de Barcelona. El Destructor recogió a la reina María Cristina en Valencia y la llevó a Barcelona, haciendo de yate Real en la visita a cada uno de los buques de la escuadra y desde donde presenció una exhibición de la División de Torpederos. El 5 de junio zarpa de Barcelona y llega a Valencia al día siguiente escoltado por los cruceros Isla de Cuba e Isla de Luzón.

El 19 de junio de 1888 fondeó en Vigo. Permaneció en Ferrol hasta el verano de 1889. Durante la estancia de la Reina en San Sebastián, el Destructor se convirtió de nuevo en yate Real, desplazándose a San Sebastián el 1º de agosto de 1889. Después de ser visitado por varias personalidades, entre los días 10 y 15 de septiembre de 1889 recorrió la costa vasca. En Deva embarcó el ex ministro de Marina, vicealmirante Juan Bautista Antequera, regresando a San Sebastián a finales de ese mes.

El cazatorpedero regresa a Ferrol desde Bilbao el 15 de octubre de 1889. Al mes siguiente, su comandante don Fernando Villaamil es sustituido en el mando por el teniente de navío de 1ª clase don Joaquín Barriere Pérez. Después de permanecer varios meses desarmado en Ferrol, en el verano de 1890 volvió a acudir a la costa vasca para servir de buque de recreo a la familia Real. El 30 de agosto de 1890, mientras navegaba de Santander a Bilbao, el cazatorpedero tuvo una grave avería en el timón a la altura del cabo Machichaco y en medio de un fuerte temporal. Llevaba a bordo al ministro de Marina, don José María Beránguer, para asistir a la botadura del crucero acorazado Infanta María Teresa. El Destructor pudo llegar a Castro Urdiales con una sola máquina y el aparejo, siendo remolcado al día siguiente a Bilbao. Después de realizar unas reparaciones de urgencia, el cazatorpedero llega a Ferrol a finales de septiembre, permaneciendo en el arsenal hasta el mes de abril de 1891.

El 28 de abril de 1891 llega a Barcelona la Escuadra de Instrucción al mando del contraalmirante don Eduardo Butler, formada por el acorazado Pelayo y los cruceros Reina Regente e Isla de Luzón. El 3 de mayo se incorpora el cazatorpedero Destructor, procedente de Ferrol y Cádiz. Acompañado por los buques de la escuadra realiza una travesía que le llevará de Barcelona, de donde salieron el 12 de mayo rumbo a varios puertos italianos, Grecia, Rodas, Jaffa (Israel), Alejandría y Malta, regresando a Cartagena el 27 de junio.

El 19 de julio de 1891 zarpa de Cartagena rumbo a Ferrol. El 6 de agosto zarpa de Ferrol rumbo a Bilbao y San Sebastián. Después de visitar varios puertos del Cantábrico, el 19 de octubre de 1891 fondea en Ferrol, permaneciendo desarmado hasta el año siguiente. Durante este tiempo estuvo al mando del teniente de navío de 1ª clase don Ignacio Fernández Flores, desde el 3 de noviembre.

En septiembre de 1893 se iniciaron unas maniobras de la Escuadra de Instrucción entre los cabos de Gata y San Antonio. Mandaba la escuadra el contraalmirante don Zoilo Sánchez Ocaña. La escuadra se dividió en dos agrupaciones para simular un combate en aguas de Alicante, zarpando de Cartagena el 15 de septiembre y fondeando en Santa Pola al día siguiente. Integraban la primera división el acorazado Pelayo, los cruceros Reina Mercedes e Isla de Cuba y los torpederos Barceló, Rayo y Rigel, mientras que en la segunda se encontraban los cruceros Alfonso XII, Reina Regente, el cazatorpedero Destructor, al mando del teniente de navío Fernández Flores, y los torpederos Ariete y Habana, llegando a la zona posteriormente el crucero Conde de Venadito. Debido a unos graves incidentes ocurridos en Melilla, la escuadra interrumpe las maniobras y zarpa de Alicante el día 9 de octubre, fondeando el mismo día en Cartagena para cargar combustible, agua y víveres. Quedando en Cartagena los torpederos, el resto de buques zarpan rumbo sur, a la costa africana.

Al comenzar el año 1894 se encontraba en La Carraca. Entró en el arsenal para una carena, pero no se resolvieron los problemas de su propulsión, ya que su velocidad se había reducido a más de la mitad. En febrero de 1894 se puso al mando del teniente de navío de 1ª clase don Víctor Sola Tejada. A mediados de agosto de 1894 zarpa de Cádiz rumbo a Cartagena. El día 20 comenzará en Santa Pola unas maniobras que durarán hasta el 20 de septiembre con los torpederos Habana, Barceló, Retamosa, Ariete, Rayo y Rigel.

Desde el mes de agosto de 1894 hasta el mes de julio de 1895 permanece en Cartagena inactivo. A finales de ese mes de julio comienza a realizar pruebas en aguas de Cartagena tras las reformas a las que ha sido sometido. Procedente de Cartagena, el 7 de agosto llega a Vigo y al día siguiente fondea en Ferrol. El 10 de septiembre zarpa de Ferrol dando escolta al crucero acorazado Infanta María Teresa, para reparar unas averías en los astilleros del Nervión. Ambos buques llegan a Bilbao a mediados del mes de septiembre, regresando a Ferrol el día 22.

Al día siguiente, 23 de septiembre, zarpa de Ferrol con el crucero Almirante Oquendo y llegan a Cádiz el día 25, donde se incorporan a la Escuadra de Instrucción, que queda formada por el acorazado Pelayo, los cruceros Almirante Oquendo, Vizcaya y Marqués de la Ensenada, y el cazatorpedero Destructor, a los que después de unió el crucero Alfonso XII. El Destructor entró en el arsenal de La Carraca para hacer varias reparaciones en las calderas, estando previsto que quedara listo para unirse a la escuadra a mediados de octubre de 1895, aunque en el mes de diciembre todavía se encontraba en la Carraca, mientras la Escuadra de Instrucción puso rumbo al Mediterráneo.

Aprovechando su estancia en el arsenal, el 10 de diciembre de 1895 se puso al mando del teniente de navío de 1ª clase don Emilio Guitart Savona. El 14 de enero de 1896 zarpa de Mahón rumbo a Cádiz, mientras la Escuadra de Instrucción sale de Palma rumbo a Cartagena. El 18 de febrero de 1896 zarpa de Cádiz y llega a Ferrol el día 23 tras una escala en Lisboa. Se reúne en Ferrol con la Escuadra de Instrucción, compuesta por el acorazado Pelayo, los cruceros Almirante Oquendo, Infanta María Teresa y Vizcaya y los torpederos Azor y Halcón. Mientras la escuadra realiza maniobras en la ría de Arosa, el Destructor no la acompaña por el mal estado de sus máquinas.

El 16 de junio de 1896 zarpa de Ferrol rumbo a Barcelona con el acorazado Pelayo y los tres cruceros de la clase Almirante Oquendo. A la altura del cabo de Gata el Destructor tiene una avería en el timón, fondeando en Cartagena, de donde zarpa el 29 de septiembre rumbo a Cádiz, y al día siguiente entra en el dique del arsenal de La Carraca para ser reparado. El 4 de octubre sale de Cádiz y fondea en Melilla al día siguiente. El día 20 llega a Alhucemas llevando a bordo al coronel jefe del estado mayor de Melilla, regresando a Melilla a los pocos días y después a Cádiz. El 22 de octubre fue nombrado su comandante el teniente de navío de 1ª clase don Juan Iribarren Olazarra.

Foto del cazatorpedero Destructor. Colección de don Alfredo Aguilera.

Foto del cazatorpedero Destructor. Colección de don Alfredo Aguilera.

A finales de enero de 1897 zarpa de Cádiz rumbo a Ferrol, entrando en Vigo de arribada. El 28 de febrero zarpa de Ferrol rumbo a Glasgow para cambiar sus calderas por las nuevas tipo Normand, cambiando la disposición de sus chimeneas de forma axial, o en crujía, una detrás de otra. A finales del mes de junio zarpa de Falmouth y llega a Ferrol el día 25, alcanzando la velocidad de 22 nudos.

El 4 de julio de 1897 fondea en San Sebastián para conducir al capitán general del Departamento Arias Salgado, regresando a Ferrol el 9 de julio. Los cruceros acorazados Vizcaya, Almirante Oquendo, Infanta María Teresa y el cazatorpedero Destructor se encuentran en agosto de 1897 en el arsenal de Ferrol para limpiar y pintar sus fondos. A mediados de agosto, después de cargar carbón, salen rumbo a Cádiz.

Procedente de Ferrol, el 5 de septiembre se reunió en Marín con la Escuadra de Instrucción, mandada por el contraalmirante don Segismundo Bermejo, saliendo rumbo sur, llegando a Lisboa la mañana del 11 de septiembre con los tres cruceros clase Almirante Oquendo para asistir a la inauguración de una exposición marítima en Estoril. Poco después se une el crucero Cristóbal Colón. Los mismos buques llegan a Cádiz a finales del mes de septiembre. El 27 de septiembre embarca carbón, víveres y municiones, saliendo de Cádiz al día siguiente para patrullar las costas marroquíes. El 1º de octubre fondea en Tánger.

Procedente de Cádiz, fondea en Málaga el 10 de diciembre de 1897 con los cazatorpederos Terror y Furor. Dos días después salen rumbo a Santa Pola para realizar maniobras con la Escuadra de Instrucción, mandada por don Pascual Cervera. Estas maniobras estuvieron programadas entre el 27 de noviembre y el 22 de diciembre de 1897 para adiestrar a las dotaciones y probar los cañones. Unidos los tres cazatorpederos y otros tres torpederos salidos de Cartagena, se programaron varios ejercicios, destacando los ataques nocturnos de los torpederos. En ministro de Marina le recomendó a Cervera ahorrar combustible y proyectiles, realizando unas maniobras muy escasas, pero lo suficiente para que Cervera se diera cuenta del estado lastimoso de los buques, sobre todo la artillería. De hecho, sólo pudo hacer dos disparos por pieza de grueso calibre, mientras la escuadra norteamericana gastaba una millonada en ejercicios navales. Después de los ejercicios de tiro, comenzaron las maniobras de escuadra, aislados y en combinación con los cazatorpederos Terror, Furor y Destructor y los torpederos Ariete, Rayo y Azor. Finalizadas las maniobras, la escuadra entró en Alicante el 23 de diciembre, y pocos días después, el 28 de diciembre, llegó a Cartagena.

El 29 de marzo de 1898 salen de Cartagena rumbo a Cádiz los cruceros Infanta María Teresa y Cristóbal Colón y el Destructor. Los dos cruceros llegan a su destino al día siguiente, mientras que el cazatorpedero tiene que arribar a Alicante, fondeando en Málaga el 4 de abril. El mismo día 4 de abril sale de Málaga y fondea en Algeciras al día siguiente, llegando a Cádiz el día 6. Estaba al mando del teniente de navío de 1ª clase don Rafael Carlier.

Durante la guerra de 1898 contra los Estados Unidos fue el buque insignia de la tercera división de torpederos, que tenía la misión de defender las aguas del departamento de Cartagena. En el mes de mayo de 1898 se hallaba fondeado en Cádiz. A mediados del mes de junio se encontraba en la bahía de Algeciras con el torpedero Halcón y el cañonero Águila.

El 14 de diciembre de 1898 zarpa de Cartagena rumbo a Ceuta, regresando a Cartagena a primero de enero de 1899. A finales del mes de julio de 1899 entra en el dique del arsenal de La Carraca a limpiar sus fondos. Salido del dique, realiza varias comisiones en la costa de Marruecos, regresando a Cádiz a mediados de mayo de 1900. Vuelve a salir de Cádiz rumbo a Tánger a finales del mes de mayo, realizando diversas travesías con correspondencia para los embajadores. Estaba al mando del teniente de navío de 1ª clase don Francisco Barreda Miranda.

A comienzos del mes de octubre de 1900 se encuentra de nuevo en La Carraca para ser reparado, nombrando su comandante el día 18 al teniente de navío de 1ª clase don Eduardo Bonmatí Ares. A finales de agosto de 1900 zarpa de Cádiz para probar sus máquinas. Superado por los nuevos destructores, quedaría relegado a misiones de simple cañonero en las costas del sur de España. A comienzos del mes de abril de 1903 es nombrado comandante del Destructor el teniente de navío de 1ª clase don Enrique Pérez Gros, sustituyendo al del mismo empleo don Eduardo Bonmati.

En febrero de 1904 se halla fondeado en Cádiz. En el mes de abril de 1904 se hallaba incorporado a la escuadra, mandada por Santaló. El rey Alfonso XIII visita Cádiz en mayo de 1904. El día 5 embarca el Rey en el Destructor para trasladarlo al yate Giralda. Junto a los cruceros Princesa de Asturias, Extremadura y Río de la Plata escolta al Giralda hasta Rota. El yate remontó el Guadalquivir hasta Sevilla con los cruceros Extremadura, Río de la Plata y el Destructor.

A finales del mes de mayo de 1904 llega a Málaga. A finales de julio de 1904 llega a Tánger y se pone a las órdenes del cónsul español al elevarse la tensión en la zona. El 6 de noviembre de 1905 se concede su mando al teniente de navío don Antonio Romero Guerrero. A mediados de marzo de 1906 se encontraba en Cartagena con la Escuadra de Instrucción al mando del contraalmirante Matta. Mientras el grueso de la escuadra parte a Cádiz y a Canarias, el Destructor realiza travesía hasta Melilla.

En el mes de abril de 1906 realiza diversas travesías entre Melilla, Ceuta y Tánger, como el transporte a Tánger con el cañonero María de Molina de los representantes marroquíes de la conferencia de Algeciras. El mismo mes de abril se destaca en Ceuta para proteger a los pescadores españoles de los ataques moros. Su último comandante fue el teniente de navío de 1ª clase don José Butrón García, nombrado el 1º de junio de 1906.

La mañana del 21 de noviembre de 1906 salieron de Cádiz para Tánger el acorazado Pelayo, el crucero Infanta Isabel y el cañonero María de Molina, llevando a bordo un batallón de Infantería de Marina. Posteriormente saldrían para el mismo destino los cruceros Carlos V, Extremadura y Río de la Plata con el Destructor.

El antiguo cazatorpedero Destructor, relegado a misiones de escolta y simple cañonero, realiza comisiones en la costa del norte de África, aunque desde finales de mayo de 1907 se anunció su desarme. Al amanecer del 8 de agosto zarpa de Cádiz rumbo a Tánger, desde donde regresó a Cádiz al ser sustituido por el guardacostas Numancia en la primera semana de septiembre. Fondeó en Melilla el 6 de octubre de 1907, saliendo ese mismo día rumbo a Tánger con el general Marina y su Estado Mayor a bordo. Regresó a Cádiz el 12 de octubre al mando de don José Butrón.

Fue dado de baja el 1º de enero de 1908, permaneciendo varios años esperando en Cádiz su venta y desguace.

Bibliografía:

Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.

Anca Alamillo, Alejandro.: El acorazado Pelayo. Perfiles Navales. Quirón Ediciones.

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.

Coello Lillo, José Luis, Rodríguez González, Agustín Ramón.: Buques de la Armada española a través de la fotografía (1849-1900). Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Aqualarga. Madrid, 2001.

Diarios:

La Época.

La Correspondencia de España.

El Imparcial.

La Vanguardia.

El Mundo Naval Ilustrado. Año 1, nº 8. Madrid, 15 de agosto de 1897, página 170.

El Mundo Naval Ilustrado. Año 1, nº 10. Madrid, 15 de septiembre de 1897, páginas 218-219.

El Mundo Naval Ilustrado. Año 1, nº 16. Madrid, 15 de diciembre de 1897, página 362.

El Mundo Naval Ilustrado. Año II, nº 17. Madrid, 1º de enero de 1898, página 2.

Risco, Alberto. La escuadra del almirante Cervera. Madrid, 1920.

Compilada por Santiago Gómez.

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