1762 Capitulación de Manila a los británicos
Posted By Todoavante on 5 de octubre de 2016
Al mismo tiempo que atacaban la Habana, una escuadra británica al mando del vicealmirante Cornix atacó Manila, tomándola después de una dura resistencia en la que destacó don Simón de Anda.
El 1 de agosto sin conocimiento de la guerra con Gran Bretaña, zarpa de la bahía de Manila rumbo a Nueva España el galeón Santísima Trinidad. Se hizo a la vela en una fecha demasiado tardía, sufriendo fuertes vientos que lo retuvieron muchos días en la bahía de Manila, saliendo de ella rumbo al embocadero de San Bernardino el 3 de septiembre. Cuando consiguió llegar a mar abierto se enfrentó a varios temporales y el 24 de septiembre pierde el palo mayor. Al no conseguir llegar a la altura de las islas Marianas, su comandante decidió regresar a Cavite con varias vías de agua y con la tripulación cansada y enferma.
Mientras esto sucedía, cayó la ciudad de Manila el 5 de octubre en poder de los británicos. Cuando el galeón El Filipino llegó al archipiélago procedente de Acapulco, envió su comandante una goleta a Cavite para informar y pedir un piloto. Capturada por los británicos en la bahía de Manila, se enteraron de la llegada del galeón cargado de caudales. Pero este buque se refugió en Palapag, donde fue varado y la carga puesta a salvo. El vicealmirante Cortnish envió dos bajeles para apresar al galeón recién llegado. Eran el navío Panther, de 60 cañones al mando del capitán Hyde Parker, y la fragata Argo, de 28 á 32 cañones al mando de Richard King. Durante casi un mes recorrieron las aguas entre Samar y Luzón. Finalmente, la noche del 29 de octubre avistó la fragata a un galeón navegando entre la isla de Capul y el embocadero. Los británicos creían se trataba de El Filipino, pero era el navío Santísima Trinidad, alias El Poderoso, regresando a Cavite por estar averiado.
El navío Santísima Trinidad avistó el cabo del Espíritu Santo el 28 de octubre y su comandante decide entrar en el puerto de Palapag pero el piloto se niega a hacerlo de noche, por ello ponen rumbo al puerto de Bagatao, al sur de la isla de Luzón, donde a la noche siguiente es sorprendido por los buques enemigos. En un primer ataque que comenzó poco después de la medianoche a cargo de la fragata Argo, ésta es rechazada con graves daños y su comandante King decide retirarse tras dos horas de fuego, quedando a esperar la llegada del Panther. El buque español había rechazado al enemigo con sólo seis cañones montados. Durante la noche se pudieron montar otros siete cañones. Al amanecer del 30 de octubre se reanuda el combate y los dos buques británicos le lanzaron más de mil proyectiles de á 18 y 24 libras. Después de otras dos horas de combate tuvo que rendirse. Según Fernández Duro, llevaba sólo cinco cañones de á 8 libras y cuatro de á 4, aunque el propio Cornish dice que llevaba 13 cañones y de estos sólo 5 estaban montados. Los españoles sufrieron la pérdida de 18 muertos y los británicos 35.
El galeón fue remolcado a Cavite, donde los británicos se hicieron con su cargamento, estimado entre millón y medio y dos millones de pesos. Fue llevado al puerto de Plymouth en 1763 y puesto a la venta. No se sabe cuál fue su destino, aunque lo más probable es que fuera desguazado. Fue el último navío de la carrera de Filipinas. A partir de este momento se emplearon fragatas hasta 1813, en este año se hizo el último viaje por la San Fernando.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
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