Biografía de don Luis Cadarso y Rey de Andrade

Posted By on 1 de agosto de 2011

Capitán de navío de la Real Armada Española.

Luis Cadarso y Rey de Andrade.

Cortesía del Museo Naval de Madrid.

Vino al mundo en la villa de Noya provincia de Coruña, desconociendose la fecha de su nacimiento, pero sabiendo que fue bautizado en la parroquia de San Martín, el día veinticinco de noviembre del año de 1843, siendo sus padres, don Luís Cadarso y Ayarza, y de su esposa, doña María Manuela Rey de Andrade.

Sentó plaza de aspirante en la Escuela Naval Militar sita en San Carlos el día uno de enero del año de 1858. Expediente. N.º 4.431. Continuó sus estudios siendo ascendido a guardiamarina de 2º clase en el año de 1860, este mismo año fue el de su primer embarque, teniendo la suerte todavía de navegar en el navío San Francisco de Asís, con el que efectuó varios cruceros de instrucción por el Mediterráneo.

Continuó su aprendizaje ordenándole trasbordar al último navío que tuvo la Real Armada el Reina Doña Isabel II, con el que realizó sus cruceros de instrucción, pasando posteriormente al vapor de ruedas Isabel la Católica, con el que ya cruzó sobre las aguas del océano Atlántico, siendo ascendido a guardiamarina de 1ª en el año de 1863, para pasar al poco tiempo a la fragata Blanca, realizando un tornaviaje a la isla de Cuba, al regresar se le ordenó trasbordar a la de su misma clase Nuestra Señora del Carmen, con la que realizó cruceros por el océano.

Fue ascendido a su primer grado de oficial, alférez de navío en el año de 1865, recibiendo la orden poco tiempo después de embarcar en la fragata Concepción, que por estar asignada a la división de la isla de Cuba tuvo que trasladarse hasta allí para embarcar.

Poco tiempo después fue asignada a la escuadra del Pacífico, zarpando de la Habana en agosto del mismo año, poniendo rumbo a Río de Janeiro para hacer escala y proseguir viaje hasta las aguas del mar de Sur, para reemplazar a los buques que habían realizado la campaña naval contra las repúblicas de Chile y Perú, permaneciendo en estas aguas hasta el año de 1869, cuando su buque puso rumbo al cabo de Hornos lo doblaron y con aproado a rumbo Norte, regresaron al puesto de su destino, arribando a la Habana sin contratiempos de mención.

Por Real Orden se le asciende al grado de teniente de navío de 2ª en el año de 1870 y por la misma se le destina a la Península al Departamento de Ferrol, donde va pasando por las diferentes dependencias adquiriendo una basta formación, sobre dos años después fue destinado a Madrid como fiscal del Tribunal Supremo de Guerra y Marina, permaneciendo en este destino hasta el año de 1874, por ser enviado a las islas Filipinas a cumplir su periodo en ellas, como era costumbre en el cuerpo general de la Armada. Con la diferencia en su caso, de que ya no volvería a la Península.

A su arribada al apostadero de Cavite, se le destina como segundo comandante de la corbeta Vencedora, realizando cruceros contra la piratería, al ver su comandante sus formas, al poco tiempo, ya en el año de 1875 se le otorgó el mando del bergantín Subic, con el que participó en la expedición contra el centro de la piratería de la isla de Joló.

En el año de 1876 se le otorgo el mando del cañonero Pampanga, con el que continuó en la lucha contra el contrabando y la piratería, por los bueno informes que llegaban a la Península sobre su comportamiento, se le ascendió al grado de teniente de navío de 1ª en el año de 1878 y con él se le otorgó el mando del aviso Marqués del Duero en el mismo año.

Al dejar el mando del buque, se le nombró ayudante Mayor del apostadero de Cavite, pasa pasar entre los años de 1880 a 1883 como gobernador de la Estación naval de Corregidor, así como auxiliar de la división Hidrográfica.

Recibió la Real orden de su ascenso al grado de capitán de fragata en el año de 1887, y con la misma el nombramiento y destino de ayudante Mayor y Jefe de Armamento del Apostadero de Cavite, siendo nombrado Gobernador de la islas Carolinas Orientales al producirse el conato de guerra con el recién creado Imperio Alemán, donde tuvo que combatir a tribus rebeldes, permaneciendo en este puesto hasta el año de 1891.

En este mismo año se le nombra Comandante de Marina y posteriormente capitán del puerto de Manila, permaneciendo en él hasta el año de 1894.

Quedo desembarcado y sin mando por un tiempo, a lo largo del año de 1895 se recibió la Real Orden por la que se le comunicaba su ascenso al grado de capitán de navío, continuando en la misma situación.

Ya mediado el año de 1896 se le entregó el mando del crucero Reina Cristina, cuando ya habían rumores de las pretensiones norteamericanas de conquistar este archipiélago. (Esto fue mucho antes que la escusa que proporcionó el Maine)

Efectivamente dos años más tarde la guerra se había declarado entre España y los Estados Unidos de América, por esto ya en previsión de ello la escuadra norteamericana al mando del comodoro Dewey se encontraba en Hong Kong, (entonces colonia británica) donde se abasteció de combustible y víveres.

Al recibir la notificación de estar ya en vigor la declaración de guerra, la escuadra americana puso rumbo a la isla Filipinas y más concretamente al apostadero de Cavite, a donde arribó el día uno de mayo del año de 1898.

El Reina Cristina fue elegido por el contralmirante Montojo jefe de la escuadra española como buque insignia, disponiendo sus buques en línea de fila para poder presentar solo un costado, entre la enfilada de Guadalupe con Punta Sangley, para poder hacer fuego con casi toda su artillería, así como elegir puntos que por su poco calado impidieran que los buques se hundieran del todo, pero el efecto de la artillería de 120 m/m que era de tiro rápido por parte de los americanos, pronto se hizo sentir en los cascos de los buques españoles que ninguno era acorazado, por sus efectos continuados la mayoría comenzaron a arder.

Viendo que ya no había remedio y el Reina Cristina estaba en llamas, el contralmirante Montojo trasbordó al crucero con casco de acero Isla de Cuba, quedando sólo como jefe Cadarso, en esos instantes se recibió el impacto de un proyectil 203 m/m disparado por el buque insignia americano, el crucero Olimpia que causó más de setenta muertos y heridos en el Reina Cristina, momento en que Cadarso acudió a ver los daños causados por la tremenda explosión, mientras corría por la incendiada cubierta, otro proyectil al parecer de 120 m/m le impacto directamente sobre su cuerpo, causándole la muerte instantáneamente.

Falleció el día uno de mayo del año de 1898 a bordo del buque de su mando el crucero Reina Cristina, en la ensenada de Cavite.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1968. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 9. 1910, página 164.

Gómez Núñez, Severo.: La Guerra Hispano-Americana. Barcos-Cañones y Fusiles. Imprenta del Cuerpo de Artillería. Madrid 1899. La obra consta de cinco tomos, cada uno especializado en una parte de la guerra, con sus elementos y materiales.

González de Canales, Fernando.: Catálogo de Pinturas del Museo Naval. Tomo III. Ministerio de Defensa. Madrid, 2000.

Lledo Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga, 1998.

Válgoma, Dalmiro de la. y Finestrat, Barón de.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

Compilada por Todoavante.

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