Fernando el Católico 1851

Posted By on 26 de abril de 2013

Vapor de ruedas Fernando el Católico. Colección de don José Lledó Calabuig.

Vapor de ruedas Fernando el Católico. Colección de don José Lledó Calabuig.

Vapor de ruedas, con casco de madera, construido en Inglaterra, en 1850. Pertenecía a la clase Isabel II, y recibía su nombre en memoria de Fernando II de Aragón.

La construcción de la primera pareja de vapores Isabel la Católica y Fernando el Católico se autorizó el 23 de marzo de 1850. El contrato con la empresa constructora, Money y Wigram, se firmó el 25 de mayo siguiente. Se colocó su quilla el 16 de julio y fue botado a finales de 1850, entrando en servicio en el año de 1851.

Desplazaba de 2.879 toneladas a 3.500 a plena carga. Medía 66 metros de eslora, 14,50 de manga y 6,40 de puntal. Tripulado por 300 hombres.

Su máquina de 500 caballos nominales y 1.500 indicados le daban una velocidad de 12 nudos.

Armado con 16 cañones lisos de 68 libras (20 cm), 7 por banda, y 2 giratorios a proa y popa.

Llegó a Cádiz el 7 de agosto de 1851 con el vapor Isabel II. Fue destinado al servicio de correos con las Antillas. El 16 de agosto de 1851 inició su viaje inaugural como vapor-correo zarpando desde el puerto de Cádiz con la correspondencia pública y de oficio para Canarias, Puerto Rico y la Habana.

Al mando del teniente de navío don Claudio Alvargonzález zarpa de Cádiz con la correspondencia el 7 de enero de 1752. El mismo año realizó otras dos travesías del Atlántico.

En 1853 realizó la travesía entre la Habana y Vigo en quince días, la travesía más rápida de su época.

Regresó a las Antillas a primeros de diciembre de 1854. El 12 de abril de 1755 volvió a salir de Cádiz rumbo a las Antillas con la correspondencia, recalando en las islas Canarias, Puerto Rico y la Habana. Ese mismo año de 1855 levantó los planos hidrográficos de las Antillas mayores, el gran banco de Bahama y el canal de la Florida.

A finales de octubre de 1855 salió de Ferrol rumbo a Cádiz, desde donde salió de nuevo rumbo a América con la correspondencia el 13 de diciembre.

A la una y media de la madrugada del 3 de enero de 1856, mientras realizaba un servicio de correos de Puerto Rico a la Habana, naufragó en Punta Covarrubias, al norte de la isla de Cuba y a unas 10 leguas el Este de Nuevitas, salvándose la tripulación y el pasaje, recogidos por el vapor mercante Pelayo. Su comandante, el teniente de navío don Manuel Páez, fue suspendido en su empleo por dos años.

Bibliografía:

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1800-1868. Tomo I. Ministerio de Defensa. Madrid, 1999.

Coello Lillo, José Luis, Rodríguez González, Agustín Ramón.: Buques de la Armada española a través de la fotografía (1849-1900). Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Aqualarga. Madrid, 2001.

Fernández Duro, Cesáreo.: Naufragios de la Armada española. Madrid, 1867.

Franco Castañón, Hermenegildo.: Los apostaderos y estaciones navales españolas en Ultramar. Empresa Nacional Bazán, 1998.

Garay Unibaso, Francisco.: Correos marítimos españoles a la América española (Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo), 1827-1861. Tomo II. Ediciones Mensajero. Bilbao, 1987.

Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.

Paula Mellado, Francisco de.: Enciclopedia Moderna: diccionario universal de literatura, ciencias, artes, agricultura, industria y comercio. Tomo XV. Madrid, 1852.

Compilada por Santiago Gómez.

© Todoavante

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