Carta del Doctor Parra explicando la enfermedad y muerte del Rey Felipe El Hermoso

Posted By on 20 de mayo de 2013

Carta

del Doctor Parra, médico, escrita desde Valladolid al Rey Católico, dándole noticia de la enfermedad y muerte de Felipe I, acaecida en Burgos el 25 se setiembre de 1506.

No tiene fechas; pero se cree que es de 11 de octubre del mismo año.

(Existe original entre los manuscritos de la Academia de la Historia)

«Relación de la enfermedad y muerte del Rey Don Felipe que haya gloria.»

«El Rey Don Felipe que haya gloria, habia jugado muy reciamente á la pelota en lugar frio dos ó tres horas antes que enfermase, y dejóse resfriar sin cubrirse.

Jueves á 17 de setiembre (1506) se levantó el Rey mal dispuestos: créese que con calentura. Y esta nunca se le quitó hasta que murió. Este dia jueves no dijo nada á los físicos, y comió como solia otros dias de caza, y anduvo á caza todo el dia.

Viernes siguiente durándole su calentura, tampoco dijo nada, y cuasi comió como sano, aunque con poca gana.

El sábado pasó así mismo hasta la tarde que le vino el frio, tan recio que no lo pudo encubrir, y entonces mandó llamar dos físicos que tenia, y díjoles (1) lo que sintia y lo que hasta allí habia callado, y que jueves y viernes pasados á aquella hora habia tambien tenido frio, aunque mas liviano. Este dia sábado sobre aquel frio vínole recia calentura.

Domingo de mañana estábase en la calentura y con sentimiento en el costado, y escupia sangre. Sangráronlo de la parte contraria, y luego se le fué aliviando el dolor hasta quedar esa tarde sin él del todo, y con su calentura algo floja hasta las dos de la tarde que le tornó el frio, y sobre él se arreció la calentura.

El lunes de mañana que era el quinto, amaneció con su calentura, y con la campanilla que decimos úvula, tan engrosada y hinchada y relajada, y algo tambien la lengua y paladares, que apenas podia tragar la saliva ni hablar; y con la pena que esto le daba, dijo que no sintia ni tenia otro mal ninguno sino aquel; que aquel en todo caso le remediasen y no curasen de otra cosa; que quitado aquello él estaba sano. A que le echaron ventosas sintió luego alivio. Este dia vínole su frio, y tenia los físicos concertados de le purgar otro dia martes.

Martes que se contaban seis dias de su pasion, y se había de purgar, amaneció con hacer cámaras de suyo, en que hizo seis ó siete cámaras, por qué cesaron de le purgar. Ya á la tarde vínole su frio y crecimiento de calentura como los otros dias.

Otro día miércoles de mañana que estaba ó habia de entrar en el senteno, de que no estaban ciertos por no haber visto la calentura del primero dia; por ver la calentura así contínua, allende de los periodos (2) ó crecimientos que sobrevenian, y los otros accidentes ó señales que se agravaban, hicieran correo á mí, y no sé si á otros físicos porque yo solo fui (3), y llamaron para presto un físico de allí de Burgos y otro del arzobispo de Toledo, para que sin ver al Rey votasen por la urina y relacion de sus físicos; y todos se concertaron en sangrarle; y se sangró, y salió al sangre recio mala. Este día miércoles á la hora que solia, que era ya cierto seteno, le vino frio mas recio que solia, y luego en pos dél le vino un sudor en todo el cuerpo, caliente y harto copioso, de que creyeron quedara libre ó con mucha mejoría. Sudaría seis horas ó cuasi, cuando con flaqueza de virtud y turbados los sentidos todos, y la lengua y habla, que de allí adelante apenas se le entendió cosa que hablase; y siempre estuvo alienado y con subet (4) ó sueño que con mucha pena le despertaban, y nunca bien despierto.

Jueves todo el día ya la noche estuvo en esta disposicion. Yo llegué a verle este dia jueves noche despues de media noche á las dos, y le hallé que se sojuzgaba ya tanto la enfermedad, y la virtud tan caida, que ninguna esperanza habia ni aparejo de remedio. No quise votar en que se le hiciese cosa recia ninguna porque de cierto no se podia esperar otra cosa sino abreviarle la vida. Agucié en que le diesen la extrema uncion. En esto estuve allí cinco horas, que fue hasta las siete, y partíme para el Señor Infante, creyendo que á lo mas podria llegar el ánima á nuestro Señor viernes á 24 de setiembre, dicen que cuasi á las dos (5)

Todo lo que aquí escribo á V. A. es por la relacion muy concertada y apuntada que me hicieron los físicos delante de otras personas que se habian hallado allí, salvo lo que pasó en aquellas cinco horas que ví yo. Quedóle tambien de aquel sudor por todo el cuerpo, unas manchitas pequeñas entre coloradas y negras á que llaman nuestros doctores blattas. No se deshizo cuasi nada en la enfermedad. En verlo tan al cabo no quise preguntar como se habia regido en el comer y beber. En la enfermedad creo no habria yerro porque eran buenos físicos los suyos, y mas el uno. En las cinco horas que allí estuve, ví á la Reina mi Señora estar allí continuo mandando lo que se hiciese y haciéndolo, y hablando al Rey y á nosotros, y tratando al Rey con el mejor semblante, y tiento, y aire y gracia, que en mi vida ví muger de ningun estado — El Doctor de la Parra.

Despues se ha dicho en el vulgo de los flamencos, y aun de los castellanos, que le dieron yerbas. No le ví yo señales de tal cosa: ni sus físicos cuando yo allá estuve, tenian tal sospecha ni pensamiento. la verdad es que la materia fué mucha, y por su callar mal socorrida, y de mucha se hizo maliciosa. «

Al respaldo dice de la misma letra del Doctor Parra: Memorial del Doctor de la Parra que se ha de leer al Rey nuestro Señor.

(1) El original dijole.

(2) Esta palabra está abreviada así -poos- y puede decir periodos, pujos, pronósticos, etc. Preferimos periodos como voz mas análoga al crecimiento y remision que guarda la enfermedad del Principe, salvo siempre el dictámen de paleógrafos mas entendidos.

(3) Original fué

(4) Subet ó subec es palabra lemosina que denota un conato grande á dormir, y que en los enfermos puede traducirse por azorramiento.

(5) Seria á las dos de la madrugada del 25 de setiembre (1506), dia en que generalmente ponen su muerte nuestros historiadores.

Bibliografía:

VV. AA.: Colección de documentos inéditos para la historia de España. Facsímil. Kraus Reprint Ltd. Vaduz, 1964. 113 tomos. Esta obra es conocida como el CODOIN. Abreviatura de Colección de Documentos Inéditos de la Historia de España. Para este documento, tomo VIII, pág. 394. Madrid, 1846.

Transcrita por Todoavante ©

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