Lepanto 1846

Posted By on 26 de mayo de 2013

 

Vapor de ruedas construido en el arsenal de La Carraca, Cádiz, en 1846. Tenía el casco de madera, aparejado de bergantín-goleta de dos palos.

Desplazaba 750 toneladas. Medía 54 metros de eslora, 9 de manga, 5 de puntal y 2,50 de calado. Tripulado por 125 hombres.

Disponía de una máquina de 200 caballos nominales con la que conseguía una velocidad máxima de 6 a 7 nudos.

Armado con 2 cañones de 160 mm.

Al ser incorporado a la Armada es destinado al servicio de guardacostas.

En 1847 se formó una división para patrullar la costa portuguesa, a consecuencia de una rebelión del conde de Antás, que pretendía derrocar a la reina María II. La división, que actuó entre Setúbal y la frontera con el río Miño, se formó con los vapores Lepanto y Blasco de Garay y los bergantines Ligero y Volador.

En el verano de 1849 formada parte de la segunda sección de la División de operaciones del Mediterráneo, con base en Barcelona. Ese año zarpa de Cádiz con la escuadra al mando del brigadier don José María Bustillo, destinada a apoyar al Papa Pio IX, sustituido en Roma por una asamblea que proclamó la República el 5 de febrero de 1849. Finalizadas las operaciones en las costas italianas, regresa a Barcelona en diciembre de 1849.

En la segunda mitad del año 1852 seguía sirviendo en el servicio de guardacostas, en la cuarta división, con el vapor Piles, el paquebote Corzo, los faluchos de primera clase Terrible, Diana, Aníbal, San Fernando y Argos, los faluchos de segunda Africano, Eolo, San Juan, Gabriel, Unión y 29 escampavías.

En mayo de 1858 se incorporó a la escuadra que se formó con motivo del viaje de los reyes de Alicante a Valencia a bordo del navío Rey Don Francisco de Asís. Completaban esta escuadra, mandada por el comandante general de Cartagena don Juan de Dios Sotelo, la fragata de hélice Petronila, las fragatas de hélice Perla e Isabel II y los vapores Isabel la Católica, Pizarro, Piles, Isabel II, Castilla y General Liniers.

En 1859-60 formó parte de la escuadra de operaciones del norte de África durante la guerra con Marruecos. Estaba al mando del capitán de fragata don Benito Ruiz de la Escalera y fue el buque insignia del general don José María Bustillo, cuando fue nombrado, el 4 de enero de 1860, comandante de las fuerzas navales de operaciones del norte de África. Pocos días después, sufrió las inclemencias de un temporal cuando se encontraba en cabo Negro, los días 7 al 9 de enero de 1860. Se salvó del naufragio y pudo fondear en Puente Mayorga al mediodía del 8 de enero.

Finalizada la campaña de Marruecos, se incorporó a otra escuadra formada para escoltar a la reina Isabel II en su viaje de Alicante a Baleares y Barcelona, embarcada en la fragata de hélice Princesa de Asturias. La escuadra, mandada por el capitán general interino del departamento de Cartagena, brigadier don José Montojo y Albizu, la completaban el navío Rey don Francisco de Asís, la corbeta Mazarredo, la goleta de hélice Edetana, los vapores Isabel II y General Liniers y los vapores de transporte General Álava, San Quintín, Patiño y San Francisco de Borja.

En 1860 es enviado de nuevo a las costas de Italia, a Nápoles, para defender los intereses españoles durante la caída del reino de las Dos Sicilias a manos de Garibaldi. Se unió a la corbeta Villa de Bilbao y el vapor Colón. En marzo de 1861 regresaron a las costas españolas.

En junio de 1862 se disolvió la Escuadra de Instrucción, pasando el vapor Lepanto a realizar varias comisiones en Melilla. Tras ser sometido a carena y reparaciones, se incorporó al servicio de guardacostas de Levante. Estaba al mando del teniente de navío don Luis Montojo.

En 1870, afecto al servicio de guardacostas, se destinó al puerto de Barcelona, mandado por el capitán de fragata don José de Quintas y Seoane.

Al comienzo de la insurrección cantonal de Cartagena, en julio de 1873, perteneció a la Escuadra del Mediterráneo o de Bloqueo, al mando del contraalmirante don Miguel Lobo. Con la escuadra de Lobo, nombrado comandante de la misma el 9 de agosto, se concentró en Alicante. Estaba compuesta por los vapores Lepanto y Isabel II y las goletas de hélice Colón y Proserpina. Estos buques se presentaron ante Cartagena, siendo bombardeados desde el castillo de Galeras.

Al comenzar la guerra carlista, en 1874 formó parte de las Fuerzas Navales del Ebro. Al acabar la guerra carlista, quedó de nuevo adscrito al servicio de guardacostas, al mando del capitán de fragata don Alejandro Churruca y Brunet. En 1879 se encontraba al mando del capitán de fragata don Segismundo Bermejo.

Fue desarmado en 1882, quedando excluido de las listas de la Armada en 1884.

Bibliografía:

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1800-1868. Tomo I. Ministerio de Defensa. Madrid, 1999.

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.

Fernández Duro, Cesáreo.: Naufragios de la Armada española. Madrid, 1867.

Fernández Duro, Cesáreo.: Viajes regios por mar en el transcurso de quinientos años: narración cronológica. Establecimiento Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1893.

Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.

Ventosa, Evaristo.: Españoles y marroquíes. Historia de la guerra de África. Librería Salvador Manero. Barcelona, 1859.

Compilada por Santiago Gómez.

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