Biografía de don Pedro Hurtado de Corcuera

Posted By on 9 de abril de 2010

Biografía de don Pedro Hurtado de Corcuera

Jefe de escuadra de la Real Armada Española.

Vino al mundo en la villa de Orduña en el Señorío de Vizcaya, en el año de 1777.

Por su inclinación marinera, pidió y se le otorgó Carta Orden de guardiamarina sentando plaza en la Compañía del Departamento de Ferrol el día cuatro de enero del año de 1794.

Por su preparación previa aprobó con facilidad los exámenes, siéndole ordenado al año siguiente pasar a embarcar en la fragata Flora, para realizar las practicas de mar, recibiendo orden de trasbordar al bergantín Pájaro y poco tiempo después recibió la orden de retornar a la anterior fragata, hasta que se firmó la Paz con Francia. Durante este tiempo estuvo siempre de guardacostas en las aguas del Cantábrico.

Al terminar la campaña naval regresó a Ferrol y aquí el día dieciséis de octubre del año de 1795 se le ascendió al grado de alférez de fragata; al año siguiente trasbordó a la urca Regla, con la que realizó un viaje a Santander transportando artillería para mejor resguardo del puerto y ciudad, permaneciendo a su bordo.

Hasta recibir la orden de trasbordar al navío Neptuno, con el que realizó el viaje hasta la bahía de Cádiz, quedando el buque asignado a la escuadra del general don Juan de Lángara, la cual esperaba la arribada de la escuadra francesa del almirante Richery, a la que prestaría su protección.

Zarpó la combinada con rumbo al Mediterráneo, arribando al puerto de Tolón y posteriormente al de Cartagena, al arribar aquí se comisionó a su buque para que trasportara tropas a San Roque, comisión que cumplió a la perfección, quedando incorporado a la escuadra del general don José de Córdova, con la que participó en el desgraciado combate del día catorce de febrero del año de 1797, (Cabo de San Vicente) arribando a la bahía de Cádiz el día tres de marzo del mismo año.

El navío estaba a las órdenes del jefe de escuadra don Domingo Nava, que lo nombró su ayudante personal, pero al tener que pasar por el Consejo de Guerra, del que salió exonerado Corcuera regresó a su puesto y al tomar el mando del buque el jefe de escuadra don Juan María de Villavicencio, éste lo confirmó en su cargo.

Con el bote del navío estuvo hostigando a la escuadra británica que bloqueaba la bahía de Cádiz, así mismo participó en la salida que efectuó la escuadra al mando del general don José de Mazarredo con rumbo al Mediterráneo, donde por causa de un fuerte temporal tuvo que arribar a Cartagena, siendo incorporado a la escuadra francesa del almirante Bruix, con la que arribó a Cádiz y posteriormente al puerto francés de Brest, donde arribaron en agosto del año de 1799.

Recibió orden de trasbordar sucesivamente, al navío Príncipe, Concepción y Guerrero, con éste he incorporado a la escuadra del mando de don Federico Gravina, unida a la francesa del almirante Villaret, cruzaron el océano para ir a la isla de Santo Domingo, donde los negros se habían sublevado, participando en las acciones de Guarico y el resto de ellas hasta quedar pacificada la isla.

Al terminar la pacificación del territorio, arrumbo la escuadra al puerto de la Habana y desde aquí cruzó de nuevo el océano arribando a la bahía de Cádiz en el mes de mayo del año de 1802, desembarcado su general, se le dio orden de trasbordar al navío Asís, con el que arribó al Arsenal de Ferrol y por ser desarmado el buque quedo forzosamente desembarcado.

Con fecha del día cinco de octubre del mismo año de 1802, se le notificó el ascenso a alférez de navío, dándole una licencia desde el mes de noviembre del mismo año hasta el de junio de 1803, al incorporarse se le nombró ayudante de los guardiamarinas.

En el mes de septiembre se le ordenó embarcarse en la corbeta Fuerte, con la que arribó a Montevideo, a su llegada se le ordenó trasbordar a la fragata Medea, en la que permaneció hasta el año de 1804 en que recibió la orden de trasbordar a la goleta Paz, buque encargado de la vigilancia del río de la Plata, en el que realizó múltiples navegaciones como correspondía a un buque guardacostas, hasta que fue de nuevo trasbordado al bergantín Ligero, quedando afecto a este apostadero.

Se encontraba en Montevideo cuando fue atacado por los británicos el día veinte de enero del año de 1807, con su división apoyó la retirada de las fuerzas españolas en el Cabo del Norte, que gracias al vivo fuego que efectuó sobre los enemigos se pudo hacer ordenadamente.

El día veintiséis al mando de una cañonera, realizó fuego contra una batería en tierra, la cual consiguió desmontar. Al ser tomada Montevideo por los británicos, en la madrugada del día tres de febrero se puso en camino para alcanzar Buenos Aires, donde a su llegada se presentó al general don Santiago de Liniers, éste lo puso a sus órdenes directas.

Encontrándose en los combates que Liniers dio a los británicos el día dos de julio en los Misereres, continuando en los días 5 á 7 en la ofensiva de los españoles.

Se le dio el mando de una cañonera y con ella junto a otras, pasaron efectivos del ejército a los Paranas, para poder coger al ejército británico por el flanco Norte, consiguiéndose con ello la retirada de los enemigos.

Por Real Gracia, fueron todos los oficiales ascendidos por la victoria conseguida, por ello con fecha del día veintitrés de noviembre del mismo año de 1807 se le ascendió al grado de teniente de fragata, con el ascenso se le dió el mando de la zumaca Aranzazu, con este buque zarpó con doscientos hombres a bordo al mando del capitán de fragata don José Posadas, internándose por el río Paraná hasta alcanzar la ciudad de Santa Fé donde desembarcaron.

Permaneció en este buque hasta principios del año de 1809 en que se le dio el mando del bergantín Belén, siendo relevado en el mando el día veintiocho de agosto, para tomar el mando interinamente de la Secretaría de la Comandancia General del apostadero de Montevideo, permaneciendo en él hasta que por Real Órden de la Regencia se le confirmo en el cargo el día veintiséis de mayo del año de 1811 y con él el ascenso a teniente de navío, para permanecer en el mando el tiempo establecido.

Siendo nombrado por la Regencia como representante Real con la máxima autoridad en el apostadero, permaneciendo los años de 1812 a 1814 en este cargo y al ser vencido el ejército Real, fue encarcelado en el mismo Montevideo pasando los años de 1815 y 1816 en está situación.

Puesto en libertad recibe una Real Orden con fecha del día veintidós de abril del año de 1817, por la que se le ordena ponerse al mando de una expedición de comerciantes, que zarpará de Janeiro con rumbo a las costas del continente africano, para ser desembarcados en ellas, cumplida esta misión debe regresar a la Habana, para ser remitido a la Península en el primer buque que zarpe de éste apostadero, pero con la salvedad, de que durante este tiempo su trabajo no devengará haber alguno hasta que no desembarque en la Península.

En el año de 1818, se encontraba de nuevo en Janeiro, a punto de embarcar con rumbo a la Península, pero le llegó un oficio reservado, del conde de Casa Flores, para que entregase unos adjuntos cerrados a los embajadores españoles en las Cortes de Londres, duque de San Carlos y París, duque de Fernán Núñez, regresando a Madrid lo antes posible para informarle.

Al terminar su comisión llegó a la capital, siendo recibido por el Rey en presencia del conde de Casa Flores, por las notas que traía escritas por los embajadores más informes confidenciales, había cumplido exactamente con lo ordenado siendo a plena satisfacción del Monarca, por lo que le concedió una Real Licencia para viajar a Bilbao.

Pero Corcuera estaba en el conocimiento de la preparación de la expedición a los mares del Sur, por lo que le pidió a S. M. que le reservara un puesto en ella por ser un buen conocedor de aquellas costas y tierras. Como respuesta, recibió una Real Órden con fecha del día cinco de junio del año de 1819, en la que S. M. ordenaba se le diera el mando de un buque en ella.

El día veintisiete del mismo mes se presentó en el Arsenal de Cádiz, entregándole el mando del bergantín Aquiles, con él zarpó con rumbo a Ferrol, pasando posteriormente por encargo Real a realizar dos comisiones en el Mediterráneo, al terminar con ellas arribó a la bahía de Cádiz, de donde se le ordenó zarpar el día ocho de agosto del año de 1820 con rumbo a Janeiro y Montevideo para llevar oficios reales, realizó un tornaviaje a los puertos dichos, arribando a la bahía de Cádiz el día diecinueve de marzo del año de 1821.

Recibió una Real Órden con fecha del día catorce de agosto, en la que el Rey le comunicaba el cese de su Real Órden anterior por la que se le entregaba el mando del bergantín, desembarcando el día uno de septiembre, pero no le dejaron descansar, ya que recibió otra Real Órden con fecha del día veintinueve de octubre, para que se incorporara al Departamento de Ferrol.

Por otra Real Órden del día veinte de noviembre, el Rey le concede cuatro mese de licencia, para que viaje a Bilbao. Al terminar el plazo dado recibe una Real Órden con fecha del día doce de febrero del año de 1823, por la que se le otorga el mando de la corbeta Descubierta, que estaba destinada a la protección de las islas Filipinas, al mismo tiempo, confirma que al día siguiente de zarpar de la bahía de Cádiz se le ha ascendido al grado de capitán de fragata.

Así el día veintiséis de febrero llega Cádiz y se le entrega el mando de la corbeta, comenzando la preparación y alistamiento del buque para tan larga travesía.

Con fecha del día treinta de junio por una Real Órden, el Rey le comunica que no se le puede ascender de momento, pero que ha ordenado se le tenga en cuenta para en cuanto haya lugar se cumpla su decisión.

Pero estando en el alistamiento del buque, se puso enfermo lo que le llevó a pedir a S. M. que le concediese una licencia para poderse recuperar, ya que en su situación el viaje sería de mucho riesgo para todos incluido el buque. Recibiendo una Real Órden con fecha del día doce de agosto, por la que se le separa del mando y la licencia para viajar a Madrid para su recuperación.

Y por otra Real Órden del día veintidós de septiembre, el Rey le notifica su nuevo destino como oficial del detall del Depósito Hidrográfico. Por Real Órden del día veinticinco de noviembre se le notifica, la concesión de otros cuatro meses para restablecerse de su salud.

Con fecha del día dieciséis de febrero del año de 1824, se le nombra primer ayudante secretario de la Dirección General de la Armada interinamente. Con fecha del día once de octubre del mismo año se le asciende al grado de capitán de fragata, al mismo tiempo, pasa a ser propietario del cargo anterior y con fecha del día veintiuno de enero del año de 1825, se le nombra vocal de la Junta recientemente creada para verificar el estado y su posible solución del resguardo terrestre y restablecer el marítimo, pero sin abandonar para nada su puesto anterior.

Por Real Órden del día veintinueve de junio del año de 1826, se le entregan los galones de capitán de navío, pero se le confirma en el ascenso el día cuatro de febrero del año de 1827, siendo nombrado Comandante de marina de la provincia de San Sebastian, pero no podrá ocupar este puesto, mientras permanezca en la Secretaría de la Dirección General.

Por una Real Órden del día trece de octubre del año de 1829, pasa a tomar el mando interinamente de la Mayoría General de Armada, hasta que regrese su propietario.

Por Real Órden del día dos de diciembre del mismo año, se le concede la Cruz pensionada de la Real y Muy Distinguida Órden de Carlos III y en dos de febrero del año de 1830, se le cesa como Secretario de la Dirección General de la Armada, pero por haber sido nombrado por el Rey Vocal de la Junta Superior del Gobierno de la Armada, organismo que sucedía al anterior.

Por Real Órden del día seis de junio del año de 1831, se le asciende al grado de brigadier y con el nuevo mando el nombramiento de Comandante del Tercio Naval de Valencia, por otra R. O. del día veintiocho del mismo mes, se le ordena pasar revista de inspección á las matriculas de Levante.

Llegó a Valencia y tomó posesión de su cargo, zarpando del puerto el día veintitrés de julio con rumbo a Barcelona donde arribó el día veintiséis, comenzando su inspección el día treinta y uno, terminando con la zona el día veintiuno de agosto, zarpando el día veintitrés con rumbo al puerto de Palamós, para continuar el mandato Real.

Por Real Órden del día veinticinco de diciembre el Rey lo nombra Comandante del Tercio Naval de Barcelona, dando por finalizada su inspección el día seis de mayo del año de 1832 en este tercio, pasando a tomar posesión de su nuevo cargo el día ocho de junio.

Al fallecer don Fernando VII, con fecha del día veintiuno de octubre del año de 1834 se le nombró Comandante de la fuerzas navales en el apostadero de la ciudad Condal, pero no estuvo mucho tiempo, porque por Real Órden del día dieciséis de agosto del año de 1835, se le relevó de sus dos mandos anteriores, con la orden de pasar a la Villa y Corte a tomar residencia.

Pero él no estaba por esta labor de cortesano, así que en cuanto tuvo ocasión regresó al mando activo de buques, lo que sucedió al recibir el día veintisiete de abril del año de 1840 la Real Órden con su ascenso a jefe de escuadra, siéndole otorgada además la Gran Cruz de San Hermenegildo por haber cumplido los plazos previsto en su ordenación.

Pero su ilusión no pudo cumplirla, ya que aún no había salido de la Corte cuando le sobrevino el óbito, el día veintitrés de abril del año de 1841, con sesenta y cuatro años de edad de los que cuarenta y siete fueron de servicios a su Rey y a España.

Bibliografía:

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid 1873.

Compilada por Todoavante.

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