D-1 1947

Posted By on 24 de octubre de 2013

Foto del sumergible D-1. Colección Todoavante. Casaú. Cartagena.

Foto del sumergible D-1. Colección Todoavante. Casaú. Cartagena.

El ministro de Marina don José Giral Pereira, encargó a la SECN elaborar el proyecto y diseño de un nuevo submarino, de unas mil toneladas y veinte nudos de velocidad en superficie. El 22 de noviembre de 1932 se firmó un contrato para la construcción de un submarino del tipo “D”. Fue proyectado por el ingeniero naval español don Áureo Fernández Ávila.

Se puso su quilla en Cartagena el 23 de septiembre de 1933. Debía entregarse tres años después, pero debido a especificaciones de la Armada comenzaron a acumularse los retrasos. El 27 de marzo de 1934, el nuevo ministro Rocha García, aprobó la construcción de otros dos submarinos de la clase “D”. Se pusieron sus quillas en 1934, en los meses de noviembre y diciembre.

Cuando comenzó la guerra civil sólo estaba construido el casco y algunos elementos como ejes y hélices. Con la guerra se pararon las obras. En febrero de 1940, ya finalizada la guerra, se decidió seguir su construcción de los tres submarinos. Las obras se realizaron muy lentamente por la precaria situación económica de la posguerra. La llegada de la segunda guerra mundial dificultó la obtención de materiales y equipos.

Aunque eran buques modernos cuando fueron diseñados, las peripecias en su construcción y no poder disponer de materiales necesarios por el aislamiento internacional español, fueron submarinos con muchos problemas desde sus pruebas de mar. En una de ellas no llegó a los 60 metros de profundidad. Tenía mala estanqueidad, problemas de estabilidad, vibraciones de los motores que proporcionaban otras averías.

Económicamente fueron un desastre. El D-1 costó más de treinta y dos millones de pesetas, el doble de lo presupuestado. Los otros dos submarinos costaron casi cuarenta millones, a lo que habría que sumar los excesivos costes de mantenimiento y numerosas reparaciones.

Desplazaba 1.075 toneladas en superficie y 1.409 en inmersión. Medían 84 metros de eslora, 6,63 de manga y 4,06 de calado. Su dotación era de 60 hombres.

Disponía de dos motores diesel Sulzer de 2.500 caballos y dos motores eléctricos de 650 caballos cada uno. Podía navegar a 20 nudos en superficie y 9,5 nudos en inmersión durante una hora. Tenía una autonomía de 9.000 millas en superficie a 12 nudos. Su cota prevista de inmersión era de 80 metros, pero nunca sobrepasó los 60.

Estaba armado con un cañón Krupp de 88 mm a proa (el inicialmente previsto era un cañón Vickers de 120 mm), una ametralladora de 20 mm, situada a popa de la torreta y 6 tubos lanzatorpedos, 4 a proa y 2 a popa, con capacidad para llevar 8 torpedos de reserva.

La botadura del D-1 se retrasó hasta el 11 de mayo de 1944. Los trabajos a flote duraron otros tres años más, entregándose a la Armada el 17 de mayo de 1947. Nunca se le asignó un nombre, siendo identificados sólo por su numeral. Debido a sus muchos defectos, se usó principalmente para el adiestramiento, permaneciendo casi todo el tiempo amarrado en su base de Cartagena.

Fue su primer comandante el capitán de corbeta don Pedro Durán, desde finales de diciembre de 1946 hasta diciembre de 1948, cuando es sustituido por el del mismo empleo don Juan C. Muñoz Delgado Pinto, que mantuvo el mando hasta primeros de diciembre de 1950.

El 30 de septiembre de 1948 hicieron escala en Tarifa rumbo a Sevilla, habiendo salido de Cartagena los submarinos D-1, G-7, General Mola y General Sanjurjo para asistir al centenario de la Marina de Castilla y la conquista de Sevilla.

El 3 de diciembre de 1949 zarparon de Cartagena rumbo a Barcelona los submarinos D-1 y General Mola. Estaban al mando del jefe de la Escuela y Estación de submarinos, capitán de navío don Francisco Núñez. En estos buques se iban a rodar unas escenas de una película sobre submarinos.

Entre el 15 y el 19 de octubre de 1950 se realizaron unas maniobras en el Atlántico. Mandaba la escuadra de 45 buques el almirante don Alfonso Arriaga Adam, embarcado en el crucero Canarias, que actuó con árbitro. Participaron cuatro submarinos de la 1ª escuadrilla, General Sanjurjo, General Mola, G-7 y D-1.

Procedentes de Cartagena, llegaron a Palma de Mallorca el 4 de octubre de 1951 los submarinos D-1, D-2, General Sanjurjo y General Mola, flotilla que estaba al mando del capitán de navío Ordóñez, jefe de la Escuela de Submarinos.

El 16 de septiembre de 1952 salieron de Cartagena los buques de la 2ª división de la Flota para realizar maniobras en el Mediterráneo, mandada por el contraalmirante don José Cervera. La división, compuesta por el crucero Miguel de Cervantes, cuatro destructores, varios buques menores y los submarinos D-1, D-2 y G-7, recaló en Alicante y salió de puerto el 23 de septiembre para continuar las maniobras.

El 2 de mayo de 1953 entraron en Alicante los buques de la segunda división con base en Cartagena, después de realizar ejercicios entre los cabos de Santa Pola y Huertas. Salieron al día siguiente para continuar los ejercicios. Después de haber realizado maniobras en el Mediterráneo, regresó a Cartagena el 13 de mayo de 1953 la división al mando del contraalmirante Nieto Antúnez. Tomaron parte los submarinos D-1, D-2 y G-7. El D-1 estaba al mando del capitán de corbeta don José Reinoso Martínez desde el 12 de diciembre de 1952. Había sustituido al del mismo empleo don Isidoro González Aladid.

Participó en las maniobras generales de la escuadra en otoño de 1953. Al finalizar las maniobras, la escuadra realizó un desfile, zarpando de Cádiz la tarde del 14 de octubre de 1953 rumbo al cabo de San Vicente. En el buque insignia de la escuadra, el crucero Canarias, embarcaron el jefe del Estado, el general Franco, el jefe del Estado Mayor de la Flota, el almirante Pastor y varios ministros.

En viaje de instrucción, salieron de Cartagena los submarinos General Sanjurjo, General Mola, D-1, mandado por el capitán de corbeta don José Reinoso, y D-2. La flotilla la mandaba el capitán de navío don Luis Huertas. Visitaron los puertos de Alicante, Valencia, Tarragona y finalmente Barcelona el 30 de noviembre de 1953, desde donde regresaron a Cartagena.

Procedentes de Guinea Ecuatorial regresaron a Cartagena de un viaje de instrucción el 8 de junio de 1954 los submarinos General Sanjurjo, General Mola, D-1 y D-2.

A mediados de septiembre de 1954 zarparon de Cartagena varios buques de la 2ª división de la Flota para realizar maniobras en el Mediterráneo, entre los que se encontraban los submarinos D-1, D-2, D-3 y G-7.

Cuando comenzó a llegar la ayuda norteamericana en 1956, se comenzó a trabajar en un plan de modernización. Quedó excluido de estos planes el D-1 por ser el más viejo y el que más graves defectos tenía.

Por una orden del 15 de junio de 1961 se cambiaron los numerales de los tres submarinos. El D-1 pasó a ser el S-11. Por esa época se le suprimió la artillería.

A comienzos de los años sesenta quedó apartado del servicio por sus muchas averías y limitaciones operativas. En Consejo de Ministros de 5 de febrero de 1965 se acordó su baja en la Armada, pasando a primera situación el 16 de febrero, y el 3 de marzo se ordenó su desarme y desguace en la base de Cartagena.

Bibliografía:

Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.

Coello Lillo, Juan Luis. Buques de la Armada española. Los años de posguerra. Aqualarga. Madrid. 2000.

Diarios ABC, La Vanguardia.

González, Marcelino.: Otros 50 barcos españoles. Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.

Compilada por Santiago Gómez.

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