Biografía de don José Luis de Toledo y Dubois

Posted By on 28 de junio de 2014

Teniente de navío de la Real Armada Española.

Nació en la Habana el 14 de mayo de 1779, siendo sus padres don Luis de Toledo y Linch, y doña María Dolores Dubois y Bárbara.

Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 28 de abril de 1794. Expediente N.º 2.043.

Embarcado en diferentes buques realizó distintos viajes a América.

Embarcado en noviembre de 1797 en la fragata Nuestra Señora de la O, tomó parte en la defensa de un convoy a Veracruz, contra un bergantín y una fragata de guerra británicos; el combate tuvo lugar en la rada de Campeche, resultando herido.

Fue oficial de órdenes del general Francisco J. Muñoz, quien dijo de él: «Hay pocos alféreces de fragata que sean capaces de desempeñar las comisiones que se puedan poner a su cargo con la inteligencia y celo que de Toledo»

Fue designado para mandar lanchas con base en el apostadero de Veracruz, en delicada misión de observación del enemigo que cruzaba habitualmente por el golfo de Méjico, pero al ir a su destino en una goleta mercante, fue apresada ésta por la fragata británica Appolon de 40 cañones, se hizo pasar por piloto mercante evitando así males mayores continuando como un prisionero más, utilizando este ardid pudo posteriormente informar a sus jefes sobre las actividades británicas en aquellas aguas.

Gracias a esta labor de autentico espionaje, se pudo salvar después más de un convoy de caer en manos enemigas.

Los británicos le llevaron a New Orleáns, desde donde viajo a Méjico con pliegos para el Virrey.

Mandó una lancha cañonera en Veracruz, dando protección al tráfico mercante, siendo ascendido al grado de alférez de navío en octubre de 1802.

Regresó a la península en 1804, siendo destinado como ayudante de la Compañía de guardiamarinas.

Durante el bloqueo de Cádiz por las fuerzas navales británicas, se encontraba al mando de la cañonera nº 15, hostigando cuando el tiempo era propicio a la escuadra británica.

Estando al mando del cañonero Centella, en la noche del 3 de junio de 1806, convoyaba con otros cañoneros catorce buques mercantes con destino al puerto de Vivero; apareció la balandra británica Hope of Jersey, de 8 cañones de á 6 y con veintiocho hombres de dotación, Álvarez de Toledo, con su barco solamente de un cañón, «sólo pudo efectuar el primer disparo», arribó contra el buque enemigo, con tan extraordinario arrojo que la tomó al abordaje, quedándose todos, enemigos y españoles, asombrados ante tal decisión.

Al mando de la goleta correo Cautela, en 1807, fue nuevamente apresado por una fragata británica de 40 cañones, después de estar un mes prisionero lo desembarcaron en Vigo con los demás tripulantes de la goleta.

En 1808 salió a campaña desde Ferrol, como ayudante de los Batallones de Marina al mando del brigadier de la Armada don Francisco Riquelme.

Al terminar el desgraciado combate de Espinosa de los Monteros y habiendo sido herido el brigadier, le hizo sacar de una choza donde le habían retirado y lo condujo a Santander, donde le embarcó en la fragata Diana.

En febrero de 1809 fue ascendido al grado de teniente de fragata.

A su llegada a Cádiz, sin descanso alguno, se le dio el mando de la goleta Tigre, zarpó transportando armas con rumbo a Gijón, al llegar se encontró con el puerto ocupado por los franceses, por ello viró y se alejó en busca de un puerto o ensenada donde estuvieran los españoles, al encontrarlos desembarcó los pertrechos de guerra, continuando hasta arribar a Vigo donde se presentó, con ocasión de estar el general Carrera dispuesto a defender el Puente de San Payo con unos quince mil hombres, de ellos sólo seis mil estaban armados, siendo una gran alegría la arribada de Toledo, pues con las armas que portaba fueron armados el resto.

Los días 7 y 8 de junio de 1809 los franceses atacaron el Puente de Toledo, con las lanchas cañoneras contribuyó eficazmente a su defensa. El almirante y los comandantes británicos se quedaron asombrados del valor, astucia y oportunidad que había demostrado.

Se le graduó de teniente de navío, ordenándosele pasar a Cataluña para tomar el mando de una división de faluchos cañoneros; en el mes de mayo de 1810 fue nombrado comandante general del Campo de Tarragona.

En julio de 1811 fue ascendido en propiedad al grado de teniente de navío.

En 1821 desde Bayona entró en España, y en el ejército que el general Elio organizó en las provincias Vascongadas, fue nombrado jefe de Estado Mayor.

Después pasó al ejército del general Vicente de Quesada, participando el resto de la guerra hasta hacer su entrada en Madrid.

En 1824 fue nombrado brigadier del Ejercito en su Arma de Infantería, por ello dejó de pertenecer a la Real Armada.

Poco después fue designado a ocupar sucesivamente varios cargos diplomáticos en diferentes Cortes europeas.

Una vez jubilado como ministro plenipotenciario en 1869, fijó su residencia en París.

Hasta el año 1878 figuró en las listas del Estado Mayor General del Ejército, indicando este dato continuaba en activo.

Por ser el año anterior el último dato de su vida se piensa falleció en el mismo, cuando ya contaba casi con un siglo de edad.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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