Biografía de don Antonio Carol y Negrete

Posted By on 2 de mayo de 2015

 

Jefe de escuadra de la Real Armada Española.

Vino al mundo en 1727 en la ciudad de Córdoba, siendo sus padres don Andrés Carol Crean y doña María de Negrete y Navas.

Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 6 de abril de 1743. Expediente N.º 408.

Encontrándose en la compañía se le dio el mando de cuarenta de sus compañeros, embarcando para prácticas en la escuadra del general don Juan José Navarro, zarparon con rumbo a Cartagena donde efectuaron una salida con el navío Hércules, formando escuadra junto a otros cuatro al mando del general don Ignacio Dauteville en comisión de corso, a su regreso trasbordó al Brillante perteneciente a la misma zarpando al completo dando escolta a un convoy con pertrechos de guerra, a su regreso recibió la orden del 17 de agosto de 1747 de desembarcar junto a sus compañeros y regresar por tierra a la bahía de Cádiz. Al llegar se le destinó al navío Dragón, efectuando tres campañas con sus cruceros entre el cabo de San Vicente y las islas Terceras, dando escolta a diferentes buques proveniente de ultramar y servir de transporte a varios oficiales con destino a Ferrol, a su regreso trasbordó al jabeque Volante, zarpando con rumbo a Cartagena en escuadra con dos navíos y otros tres de su tipo, al mando del general don Pedro Mesía de la Cerda, realizando arribadas en los puertos de Orán, Mallorca, Málaga, Alicante y Barcelona en todos ellos desembarcaron tropas.

A su llegada a la bahía de Cádiz se le comunicó su ascenso, producido el 28 de octubre de 1751 a alférez de fragata, siendo destinado a los Batallones de Infantería de Marina, permaneció un tiempo hasta recibir la orden de embarcar en el navío Galicia, zarpando en conserva del Princesa en comisión de crucero sobre el cabo de San Vicente, al regreso de uno de sus cruceros realizó un tornaviaje a las islas Afortunadas, a su vuelta se le ordenó trasbordar a la fragata Flecha, zarpando de la bahía de Cádiz con rumbo a Cartagena de Indias, donde fue comisionado el buque a guardacostas entre el Escudo de Veraguas y el cabo Chichibacoa, tocando en Portobelo, Santa María y fondeaderos de los ríos Hacha y Code.

Por orden del 9 de noviembre de 1755 la fragata pasó a la Habana, para formar parte de la escuadra del general don Blas de la Barrera, zarpando en unión a los navíos Infante y Dragón, cumpliendo diferente comisiones tocando en los puertos de Veracruz, Jamaica, Puerto Rico, Santo Domingo, Guadalupe y Antigua, al regreso de la primera de ellas se le entregó la Real orden del 30 de noviembre de 1755 con su ascenso al grado de alférez de navío, en el transcurso de estas navegaciones capturaron sobre el cabo de San Antonio a la goleta Nuestra Señora del Rosario, transportando negros y contrabando, recibiendo la orden Carol de marinar el buque a la Habana, donde al llegar se le ordenó embarcar en el navío Astuto, realizando un crucero a la sonda de la isla Tortuga, al regresar fue cargado con caudales y la orden de zarpar con rumbo a la bahía de Cádiz, donde al arribar desembarco por ser destinado a los Batallones de Infantería de Marina.

Pasado un tiempo se le ordenó embarcar en la fragata Hermione, cargada con pertrechos de guerra zarpó de la bahía de Cádiz con rumbo a Concepción de Chile y el Callao, al poco tiempo de su llegada le fue entregada la Real orden del 12 de abril de 1760 con su ascenso al grado de teniente de fragata, recibiendo la orden de trasbordar al navío Peruano, zarpando con rumbo a las islas de Juan Fernández y Valparaíso, de donde zarpó con rumbo al Callao por orden del virrey de Chile, para comunicar el nombramiento de don Manuel Amat como su sucesor, continuando viaje a Panamá con el virrey relevado el conde de Superunda, regresando con escala en Paita al Callao, continuó en aquellas aguas hasta recibir la orden del 8 de diciembre de 1763 de trasbordar a la fragata Liebre, regresando vía cabo de Hornos a la bahía de Cádiz.

Recibió la orden de trasbordar a la fragata Industria, zarpando con rumbo a Buenos Aires llevando de transporte al virrey del Plata don Francisco Bucarely, embarcando su antecesor en el cargo don Pedro Cevallos regresando a la bahía de Cádiz, encontrándose aquí le fue entregada la Real orden del 15 de enero de 1766 con su ascenso al grado de teniente de navío, ordenándosele trasbordar al navío Princesa, zarpando en comisión de corso por aguas del océano, al regresar de una de ellas fue comisionado el buque a visitar los puertos de Málaga, Civitavecchia, Orbitelo, San Florencio y Calvi en la isla de Córcega, transportando el todos ellos a los padres Jesuitas por la orden de destierro de don Carlos III, a su regreso fue cargado con artillería para ser transportada al puerto de Barcelona.

Al regresar a la bahía se le ordenó trasbordar al navío Terrible, realizando un crucero sobre el cabo de San Vicente, a su regreso trasbordó a la urca San Antonio, zarpando con rumbo a la Habana donde al llegar pasó al navío San Luis, realizando un crucero por el seno mejicano, a su vuelta trasbordó a la fragata Flecha, zarpando con rumbo a Cumaná y La Guaira, regresando a la Habana donde se le dio la orden trasbordar al navío América, zarpando en comisión de protección del tráfico marítimo, a su regreso a su puerto base se le ordenó pasar a la fragata Dorada, realizando dos campañas en 1769 visitando Cumaná, La Guaira, Puerto Rico y Santo Domingo, por Real orden del 3 de septiembre de 1770 se le otorga el mando de la balandra Valona, del porte de 14 cañones, realizando un viaje a Nueva Orleans, reconociendo a su paso los cayos de la costa N., de la isla de Cuba entregando una ‹Memoria› sobre su posición a su regreso a la Habana.

Poco después se le otorgó el mando del bergantín Príncipe de Asturias, zarpando en conserva de la balandra anterior en comisión de perseguir a los piratas británicos de la zona, regresando a la Habana llevando a remolque a dos de ellos capturados, zarpando inmediatamente con rumbo a Nueva Orleans, por tener conocimiento de la presencia de piratas, logrando capturar a otro y conducirlo a su puerto base, volvió a hacerse a la mar en vigilancia de los dos canales de la isla de Cuba, durante este tiempo apresó y entregó en la Habana cuatro balandras, siete goletas y dos lanchas de grandes dimensiones, a su regreso se le otorgó el mando del chambequín Caiman, del porte de 30 cañones, realizando un viaje a Veracruz para ser cargado con situado siendo repartido en Cumaná, San Juan de Puerto Rico, Santo Domingo y la Habana.

Al poco de arribar le fue entregada la Real orden del 21 de abril de 1774 con su ascenso al grado de capitán de fragata, siéndole otorgado el mando de la Dorada, transportando situado a los puertos mencionados, regresando a su puerto base, zarpó de nuevo cargado con 789 quintales de hierro con rumbo a Veracruz y con jarcia y lonas destinadas a ser transportadas al apostadero de San Blas en California, siendo cargado a su vez con seiscientos doce mil pesos fuertes de registro regresando a la Habana, de donde volvió a zarpar con rumbo al puerto anterior, regresando a su base con ochocientos cincuenta y un mil novecientos noventa y ocho pesos fuertes.

Se le otorgó el mando de la fragata Santa Águeda, realizando las mismas comisiones de repartir el situado entre los diferentes puertos descritos, así como un viaje a Cartagena de Indias, donde al arribar se le dio la orden de permanecer en aquellas aguas por haberse declarado la guerra al Reino Unido, la mayor parte del tiempo estuvo con base en Boca Chica, de donde zarpó en persecución de unos buques británicos, a los que no pudo dar alcance, por ello regresó a su puerto, encontrándose aquí le fue entregada la Real orden del 13 de mayo de 1779 con su ascenso al grado de capitán de navío, permaneciendo en el mismo mando y zona, realizando la misma comisión, hasta recibir la orden de regresar a la Habana, lo que efectuó a principios de 1782, regresando a la comisión de guardacostas por las costas N., y S., de la isla.

Se le ordenó trasbordar al mando del navío San Luis, siendo incorporado a la escuadra del general don José Solano, zarpando de la Habana con rumbo a Florida y Penzacola, permaneciendo hasta la total conquista y fin de la guerra con el Reino Unido. Regresó a la Habana, pasando a las órdenes del general don Francisco de Borja, zarpando con rumbo a Guarico, así como el resto de puertos de la isla de Santo Domingo, permaneciendo un tiempo cruzando por sus aguas hasta su regreso a la Habana.

Se le ordenó trasbordar al mando del navío Velasco, zarpando incorporado a la escuadra del general don José Solano, con ella arribó a la bahía de Cádiz, al poco tiempo se le ordenó trasbordar al navío San Francisco de Asís, permaneciendo un tiempo a su mando hasta recibir la orden de desembarcar por pasar a desarme en el Arsenal de La Carraca.

Recibió la orden de embarcar de transporte en una urca con rumbo a la Habana, por habérsele otorgado el mando del navío San Hermenegildo recién entregado a la Armada para conducirlo a Ferrol, donde arribó el 5 de agosto de 1789, a su arribada fue elegido como insignia por el general don Felipe López de Carrizosa, encontrándose en este Departamento le fue entregada la Real orden del 15 de noviembre de 1784 con su ascenso al grado de brigadier, zarpando para unirse a la escuadra del general don José Solano realizando la campaña del cabo de Finisterre en prevención de la declaración de guerra por el problema de límites en Nutka con el Reino Unido, al no ser rotas las relaciones regresó a su puerto de partida.

En 1793 al declararse la guerra con la república francesa, participó en la campaña de Cerdeña, a su regreso se le ordenó pasar a Cádiz por ser reclamado por el general Gabriel de Aristizábal como su Segundo, zarpando con la escuadra a la Habana, encontrándose en este apostadero le fue entregada la Real orden del 25 de enero de 1794 con su ascenso al grado de jefe de escuadra, siendo confirmado en el cargo de segundo de la escuadra que venía ejerciendo.

Participó en la toma del fuerte Delfín y demás operaciones, regresando a la Habana con la escuadra, donde el 9 de noviembre de 1796 falleció, cuando contaba con sesenta y nueve años de edad, de ellos cincuenta y tres de honrosos servicios a España.

Bibliografía:

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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