Biografía de don José del Río y Eligio de la Puente
Posted By Todoavante on 12 de noviembre de 2015
Jefe de escuadra de la Real Armada Española.
Vino al mundo en la Habana en 1788, siendo sus padres don José del Río y Cosa, y doña María del Carmen Eligio de la Puente y Sánchez.
Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Ferrol el 29 de abril de 1803. Expediente N.º 3.141, folio 734.
Al aprobar los exámenes teóricos se le ordenó embarcar en febrero de 1805 en la fragata Prueba, realizando varios cruceros, al pasar a desarme el buque trasbordó al navío San Julián, poco después al San Ildefonso, todos ellos de la escuadra del general don Domingo Grandallana, uniéndose a la del general don Federico Gravina, zarpando con rumbo a la bahía de Cádiz donde fondeó el 20 de agosto siguiente.
Encontrándose a su bordo se le notificó su ascenso el 1 de septiembre siguiente a alférez de fragata, zarpando el 20 de octubre por orden del almirante francés jefe de la escuadra combinada de la bahía, participando por ello al día siguiente 21 en el combate del cabo de Trafalgar, su buque fue rodeado por cuatro enemigos, estando desarbolado y sin timón se rindió, siendo conducido a Gibraltar, pasando a Cádiz donde se le entrego la Real orden del 9 de noviembre siguiente con su ascenso al grado de alférez de navío, por la promoción general firmada por don Carlos IV para todos los componentes de la corporación.
El 21 de enero de 1806 fue destinado ayudante del Arsenal a las órdenes del brigadier don Ramón Topete, prosiguiendo en su destino al tomar el mando don José Gardoqui, permaneció en su puesto hasta el 1 de agosto de 1808, habiendo contribuido a la rendición de la escuadra francesa al mando del almirante Rosilly como consecuencia de los combates producidos entre los días 9 á 14 de junio anterior, convirtiéndose en la primera victoria contra los napoleónicos, embarcando en la fecha anterior en el navío Montañés, permaneciendo hasta el 11 de septiembre siguiente por pasar a desarme el buque.
Por Real orden del 26 de enero de 1809 fue destinado al tercer regimiento de Marina, recibiendo la Real orden del 23 de febrero siguiente con su ascenso al grado de teniente de fragata, siendo por ello nombrado segundo capitán de su compañía, incorporado al ejército de Extremadura participó en los combates del 28 de junio en Ciudad Real, los 27 y 28 de julio en Talavera de la Reina, por su comportamiento en esta acción se le concedió la Cruz de distinción de esta plaza por la victoria obtenida, combatiendo se fueron retirando del puente del Arzobispo, pasando al final a replegarse sobre la isla de León donde llegaron el 1 de febrero de 1810, ese mismo día fue nombrado ayudante del general de la defensa del Arsenal, participando en cuantos enfrentamientos hubieron hasta el 7 de marzo de 1813, por recibir la Real orden de su nuevo destino como capitán de la tercera compañía del primer batallón del segundo Regimiento de Infantería de Marina.
Continuaba en su mando cuando le fue entregada la Real orden del 30 de mayo de 1815 notificándole su ascenso al grado de teniente de navío, permaneciendo en el Real Cuerpo de Infantería de Marina, recibiendo la orden del 20 de marzo de 1819 de embarcar con su compañía en el navío Alejandro I (uno de los rusos) zarpando junto al San Telmo, la fragata Prueba y la mercante Marina, al mando del brigadier don Rosendo Porlier con rumbo al Callao, pero habiendo pasado la equinoccial su navío iba haciendo mucha agua, recibiendo la orden de regresar a Cádiz, al fondear de nuevo en la bahía de partida había navegado cien días.
El navío fue repasado e incorporado a la expedición del general don Francisco Maurell, pero el 1 de enero de 1820 se levantó en Cabezas de San Juan el general Riego, movilizando a sus seguidores quienes intentaron tomar la ciudad de Cádiz, ante ello el general don José Primo de Rivera ordenó desembarcar las tropas, con ellas formó un poderoso ejército impidiendo se cumplieran los deseos de los revolucionarios, hasta triunfar el movimiento obligando a don Fernando VII a jurar la Constitución, y éste a que todos sus súbditos le siguieran con el mismo acto, al cumplirse la orden de S. M. regresó con su tropa a su buque, hasta recibir la orden de desembarcar por pasar a desarme el navío.
Por orden del 27 de junio fue nombrado ayudante del capitán general del Departamento el general don Juan José Martínez, permaneciendo en su puesto hasta el 3 de agosto seguido, por serle otorgado el mando del bergantín Mágica, realizando dos tornaviajes a las Antillas, Tierra Firme y la Habana en comisión de correo, permaneciendo a su mando hasta el 31 de enero de 1823, por haber cubierto el tiempo de mando embarcado en su grado, quedó desembarcado en el Departamento.
El 12 de marzo siguiente fue nombrado oficial de órdenes del general don Antonio Vacaro, embarcando en el navío Asia insignia de la escuadra del Mediterráneo, pero se le entregó una Real orden del 3 de abril nombrándole fiscal de la causa instruida contra cincuenta marineros acusados de sublevación militar a bordo del bergantín Aquiles, no pudo embarcar en el navío hasta tener la sentencia del juicio.
El 8 de noviembre por orden del director General de la Armada se le otorgó el mando de la corbeta Diamante, por otra del 28 siguiente se le otorga la Descubierta, siendo destinado a realizar diferentes viajes a Ferrol, Algeciras, Gibraltar y Tánger, permaneció al mismo tiempo en cruceros sobre los cabos de Santa María y San Vicente, y dando escolta a convoyes, por Real orden del 14 de julio de 1825 fue ascendido al grado de capitán de fragata, por ello entregó el mando de la corbeta el 20 de agosto seguido.
Siendo comisionado con urgencia para levantar el plano del Trocadero, en abril de 1826 entregó los dos primeros planos con su correspondiente ‹Memoria›, al mismo tiempo en colaboración con don Francisco Javier de Uriarte, comandante general del Departamento y el capitán de navío don Francisco Grandallana, participó en el cambio de ubicación del pañol de pólvora del navío Guerrero para mayor seguridad del buque, de resultar bueno el nuevo reparto se aplicaría al resto de unidades de la Real Armada, lo que se llevó a cabo con éxito.
Por Real orden del 29 de enero de 1827 fue nombrado compañero de la Junta formada por el general don Antonio Vacaro y el brigadier Ulloa, encargada de redactar el reglamento de las brigadas de Infantería de Marina, nombre al que había pasado los anteriores Batallones de este Cuerpo, al ser cumplimentada esta comisión por Real orden del 4 de junio de 1828 se le nombró Comandante del Arsenal de Ferrol, permaneciendo hasta el 21 de septiembre de 1829, por ser separado del servicio para reponer su salud, esto él no lo había pedido a pesar de ser verdad hallarse enfermo, al presentarse transcurridos cuatro meses por Real orden del 16 de febrero de 1830 se le destinó al apostadero de la Habana.
Por otra R. O. del 14 de septiembre siguiente se le comisiona para reconocer y elevar informe de las quejas de las nuevas jarcias transportadas al apostadero de la Habana por el navío Héroe, al parecer todo consistió en una diferencia de las medidas enviadas desde la Habana a la Carraca, por un error en la vara de metal en pies de Burgos, verificado y elevado el informe por fin pudo embarcar en la fragata Casilda tomando el mando personalmente y trasladarse al apostadero habanero.
Por Real orden del 24 de enero de 1832 se le había otorgado el mando, al no tener el buque listo por encontrarse en reparaciones, fue comisionado para levantar los planos del propio Arsenal y su mar circundante, el informe entregado daba la posición de los buques hundidos en esas aguas, así como el estado de los cascos de los actuales, todo ello le llevó a recibir las gracias del general don Ángel Laborde, en junio siguiente zarpó con rumbo a Ferrol, al fondear quedo desembarcado, por Real orden del 27 de abril seguido se le nombró comandante (lo que hoy sería su comandante de quilla) de una de las fragatas en construcción en el Arsenal de Ferrol.
Por Real orden del 14 de julio de 1833 fue ascendido al grado de capitán de navío, en enero de 1834 fue comisionado a Vigo, al regresar por Real orden del 14 de abril siguiente se le otorga el mando de la fragata Perla y de todas las fuerzas navales de la ría, estando compuesta por su fragata, bergantín Guadalete y goletas Mahonesa y Nueva María, zarpando a cruzar entre el cabo de San Vicente y la desembocadura del río Guadiana, arribando a Cádiz, donde renovó víveres y aguada para zarpar con rumbo a su puerto base, al llegar le aguarda la orden de zarpar con rumbo al Cantábrico a proteger sus costas, poniéndose a las órdenes del brigadier don Melitón Pérez del Camino, quien fue reemplazado por don José María Chacón.
En uno de sus cruceros apresó cinco lanchas portadoras de armas para los carlistas, lo curioso fue que éstas se abarloaron a la fragata creyendo era un buque amigo, por esta acción recibió las Reales gracias, presentó un proyecto de armamento de unidades ligeras, mucho más acordes para vigilar y suficientemente armadas para presentar combate, ahorrando así dinero, dotaciones y riesgos de unidades mayores, siendo admitido por el Gobierno, permaneció en su comisión hasta marzo de 1835, arribando con su buque a Ferrol por pasar a desarme.
Por Real orden del 3 de abril se le comisionó por el Gobierno para examinar y actualizar los estados de las fuerzas navales presentados en 1821 por don José Luyando, siendo todo un honor para su persona tal comisión, recibiendo la Real orden del 11 de enero de 1836 con su nombramiento de comandante General del Arsenal de La Carraca, por otra R. O. del 30 de septiembre siguiente se le nombra Secretario del Almirantazgo, elevando suplica para permanecer en su puesto, siéndole aceptada, evitando tenerse que desplazar a la Villa y Corte.
Por Real orden del 20 de mayo de 1838 se le hace saber que el Gobierno francés le había concedido la Cruz de oficial de la Orden de la Legión de Honor, por la esmerada contribución al salvamento del navío Suffren de esta nacionalidad y su posterior reparación en el dique del Arsenal.
Por Real orden del 3 de septiembre de 1839 fue ascendido al grado de brigadier, por Real decreto del 4 de agosto de 1840 fue nombrado Vocal de la Junta Superior de Gobierno y de la Dirección General de la Armada, por ello cesó en su cargo del Arsenal, pasando con postas a la Villa y Corte, permaneció solo unos meses, por ello fue elegido como vocal de la Junta del Almirantazgo quien sustituía al largo título anterior, permaneciendo hasta marzo de 1842, por ser de nuevo nombrado Comandante General del Arsenal de La Carraca, pasando para ello a Cádiz.
En 1843 sin pérdida de su cargo anterior se le nombró Director del cuerpo de Construcciones y del de Hidráulicos, por Real orden del 22 de febrero de 1844 S. M. le concede la Cruz de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel La Católica, en agradecimiento por todos sus servicios prestados a la Corona.
En 1845 por fin se puso en funcionamiento el Colegio Naval Militar en la población de San Carlos, el general Armero a la sazón ministro de Marina reunió a todos los brigadieres y generales de la capital para pedir opinión sobre quien debía ocupar el puesto de Director, por unanimidad dieron el nombre del brigadier don José del Río y Eligio, por ello fue nombrado como a tal, terminando la instalación de la Escuela, redactando sus normas y en definitiva organizando la enseñanza tantos años esperada por toda la Corporación, como agradecimiento del Gobierno a su gran trabajo realizado, por Real orden del 10 de octubre de 1846 se le notificó su ascenso al grado de jefe de escuadra.
Por Real orden del 4 de diciembre siguiente por su ascenso se le cesa en la dirección de Colegio, recibiendo una carta laudatoria firmada por S.M. en agradecimientos a todo lo realizado en la nueva Institución, por otra R. O. del 16 siguiente se le nombra segundo jefe del Departamento de Ferrol. Por Real decreto del 15 de enero de 1847 se le concede por tener cumplidos los requisitos cumplidos la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Por Real orden del 27 de marzo se le nombra comandante General del Departamento de Cartagena y elegido vocal de la Junta de Gobierno del Monte Pío militar, permaneció en este puesto hasta que por estar enfermo, fue cesado a mediados de 1848 regresando a su casa de Cádiz.
Se le nombró segundo jefe del Departamento de Cádiz, ocupando este alto cargo falleció a finales de 1849, cuando contaba con sesenta y un años de edad, de ellos cuarenta y seis de muy honrosos servicios a España.
Bibliografía:
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Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
Ferrer de Couto, José: Combate naval de Trafalgar. Imprenta de D. Wenceslao Ayguals de Izco. Madrid, 1851.
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Compilada por Todoavante ©
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