1789 – 1792 Expedición a la Patagonia y Malvinas

Posted By on 5 de julio de 2017

En 1789 se realizó una expedición a la Patagonia, en la zona de Puerto Deseado, San Julián y río Santa Cruz, mandada por el capitán de fragata don Ramón Clairac. La flotilla estaba compuesta por la corbeta Santa Elena, los bergantines Nuestra Señora de Belén y Nuestra Señora del Carmen y Ánimas, alias Carmen, mandadas por los pilotos don Juan Bautista de Acosta y don José de la Peña.

La corbeta Santa Elena era tripulada por 116 hombres. El capitán Clairac recibió el pliego de instrucciones el 1 de marzo de 1789 del marqués de Loreto, virrey del Río de la Plata y de don Antonio Valdés, ministro de Marina, según las cuales debía reconocer los parajes señalados y verificar la presencia de buques extranjeros corsarios o dedicados a la pesca de la ballena, convirtiendo su expedición básicamente de carácter militar.

Salieron de Montevideo las tres naves al mando de Clairac el 19 de marzo. Al poco tiempo de arribar a Puerto Deseado, el 2 de abril, avistaron dos buques británicos, la fragata Isabel Margarita y el bergantín Sappho, mandados por los capitanes James Hopper y Thomas Middleton. Tras tomarles declaración por separado, las respuestas fueron prácticamente iguales, demostrando que los británicos tenían un protocolo preestablecido en caso de ser detenidos e interrogados.

Thomas Middleton volvió a entrar en Puerto Deseado en febrero de 1792 cuando en él se encontraba el teniente Elizalde, a bordo de la corbeta San Pío. Una de las respuestas habituales era desconocían la soberanía española sobre las costas de la Patagonia, por suponerlas desiertas y no reclamadas por ninguna potencia, lo que les dada derecho, según ellos, para establecerse en esas tierras. (Alguien puede pensar que a finales del XVIII estos “señores” tenían aún dudas de a quien pertenecían esas tierras. ¡Piratas ayer y hoy! ¡Ah claro, no sabían que Vernon había sufrido la mayor derrota de la historia británica en Cartagena de Indias, la mantenían oculta y de ahí las dudas!)

El 4 de abril envía Clairac al teniente de fragata Miguel Escalante a inspeccionar los barcos, encontrando aceite de ballena y unos diez mil cueros de lobo marino. Al día siguiente manda un escrito a los capitanes Hopper y Middleton, donde les recuerda que se encuentran en aguas españolas y está prohibido pescar sin permiso. Les menciona que en Montevideo se están alistando varias naves para perseguir y capturar a los balleneros. Les da un generoso plazo de seis días para recoger los efectos que tienen en la costa e islas cercanas y les ofrece la ayuda necesaria para ello. Los británicos no levaron anclas hasta el 16 de abril ante la excesiva prudencia diplomática del capitán Clairac y la habilidad de los británicos para el engaño. A mediados de abril el piloto José de la Peña levanta un plano de Puerto Deseado.

Clairac debía partir rumbo al Sur, pero con la pérdida de la lancha de la corbeta el 9 de abril decide dar por finalizada la expedición y parte rumbo a puerto Soledad, en las Malvinas, donde lleva pertrechos y releva al gobernador Pedro de Mesa y Castro, mientras los dos bergantines aproan rumbo al Sur a buscar y reconocer la isla Pepys.

Bibliografía:

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

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