Biografía de don Juan de Lángara y Arizmendi

Posted By on 26 de febrero de 2011

Teniente general de la Real Armada Española.

Cortesía del Museo Naval de Madrid.

Vino al mundo en la villa del Puerto de Santa María entre marzo de 1700 y febrero de 1701.

Fue uno de los primeros jóvenes en sentar plaza en la Real Compañía de Guardiamarinas del Departamento de Cádiz, siendo el día seis de abril del año de 1717 en el mismo de su creación por don José Patiño y Morales.

Embarcó en la escuadra del general don Antonio Gaztañeta y con ella participó como Guardiamarina en la campaña de Sicilia, zarpando de la Ciudad Condal el día diecinueve de junio del año de 1718, encontrándose la armada española en misión de apoyo al ejército, cuando el día once de agosto se presentó la armada británica al mando del almirante Byng.

Don Antonio Gaztañeta por informaciones del Secretario Alberoni, estaba en la certeza de que la presencia de esta escuadra era solo para mantener la paz, por lo que en principio no se hizo mucho caso y la escuadra no tomó las medidas para entrar en combate, además los dos países estaban en paz, pero se fijó Gaztañeta de las maniobras que venían realizando, lo que le llevó a dar la orden de formas la línea de combate, pero no le dio tiempo a que se formara, atacando el británico a la retaguardia de la española, con ventaja de varios navíos sobre cada español, consiguiendo algunos navíos españoles salir ilesos por tener los vientos contrarios y no poder acudir al fuego, cayendo herido Gaztañeta y apresados varios navíos, otro hundido más una fragata. (Uno más de los ataques británicos en tiempo de paz)

El buque de Lángara pudo salvarse y al finalizar la campaña de Sicilia regresó a Cartagena, donde se le ordenó embarcar en diferentes buques, todos ellos destinados al corso contra los berberiscos, que infestaban el Mediterráneo lo que significaba una buena formación náutica.

Pasó embarcado a la escuadra del general don Carlos Grillo, con la que participó en el socorro definitivo a la ciudad de Ceuta, que venía soportando un asedio casi desde el principio de la guerra de Sucesión, para solucionar el problema, se realizó una maniobra que consistió en hacer un desembarco en la retaguardia del enemigo, el cual prestó menos atención al asedio y se encararon a los recién desembarcados, en cuyo momento salió de la plaza el ejército, por lo que fue cogido entre dos fuegos, lo inesperado de esta acción dio al traste con los sitiadores, que se desperdigaron en su huída en dirección a Tánger y Tetuán.

El ataque tuvo lugar el día quince de noviembre del año de 1720. El mando español tenía previsto, que si esto sucedía seguiría el combate hasta conseguir tomar la ciudad de Tánger, acción que se comenzó y era cosa casi fácil por lo desordenado de la huída, pero surgieron los británicos, que al ver la maniobra, no la aceptaron como viable para sus intereses y amenazaron con destruir a la flota española si se llevaba a término, así el general al mando ordenó que se paralizase la ofensiva.

Regresó a la Compañía y prosiguió sus estudios, con embarcos temporales en la misma comisión de corso, hasta que recibió la Real Orden del día veintiséis de noviembre del año de 1726, por la que se le ascendía a alférez de fragata, continuando como oficial subordinado en las misma comisión, ya que era la mejor instrucción que un oficial podía recibir. (Pero hay que observar que permaneció de guardiamarina nada más que nueve años y siete meses largos)

Por ello los ascensos siguientes no se hicieron esperar demasiado, ya que por Real Orden del día ocho de enero del año de 1727, se le notificaba su ascenso a alférez de navío.

Real Orden del día diez de febrero del año de 1731 se le asciende al grado de teniente de fragata, siendo destinado a la escuadra del general don Baltasar de Guevara, con la que realiza el primer cruce del océano, para realizar el recorrido de La Guaira, Cartagena de Indias, Veracruz y la Habana, recogiendo el situado, zarpando de este último puerto con rumbo a Cádiz donde se arribó sin problemas de mención.

Al arribar le esperaba una Real Orden del día veintisiete de mayo del propio año de 1731, por la que se le asciende al grado de teniente de navío, con la orden de embarcarse en la escuadra del marqués de Mari, con la que de nuevo cruzó varias veces el océano, regresando a la bahía de Cádiz con el situado del recorrido usual, pasando al regreso de uno de sus viajes a desempeñar destinos en el propio Departamento.

Aprovecho este paréntesis para contraer matrimonio con doña Ana de Huarte y Trejo, después de tener su periodo de licencia por tal motivo e incorporarse, se le destinó al Departamento de Ferrol a los Batallones de Infantería de Marina, donde vino al mundo a lo largo del año de 1735 su hijo, don Juan de Lángara y Huarte, Arizmandi Trejo, el cual alcanzó la más alta dignidad de la Real Armada, siendo su VIII Capitán General.

Por Real Orden del día veintiocho de agosto del año de 1740, se le otorga el ascenso al grado de capitán de fragata y con este empleo se le entrega el mando de una, con la que realiza cruceros con tropas y materiales a las islas Canarias, así como varios viajes en comisión entre los distintos Departamentos, como dos viajes a la isla de Cuba para transportar pliegos. Al arribar de uno de sus viajes, por orden desembarcó pasando a destinos en el Arsenal.

Permaneciendo en ellos hasta la llegada de la Real Orden del día diecisiete de junio del año de 1747, por la que se le notifica su ascenso al grado de capitán de navío, con ella se le otorga el mando de uno de ellos, con lo que regresa al Mediterráneo a realizar el corso, pasando a cumplimentar algunas comisiones de transporte de tropas a las islas Canarias y sobre todo a los típicos cruceros de protección de la recalada de los buques y flotas procedentes de Tierra Firme y Antillas, entre los cabos de Santa María y San Vicente, y por avisos de presencia de enemigos se alargaron algunos hasta las islas Terceras.

Por el conflicto entre Portugal y España sobre los límites de cada país en tierras del Brasil, se formó una expedición que consiguió llegar a un acuerdo. Por esta razón el Secretario de Estado a la sazón el marqués de la Ensenada, le ordenó viajar a la capital del vecino país para que estuviera al día de los avances o retrocesos, que también, siendo finalmente firmado el día trece de enero del año de 1750 y ratificado por España en febrero siguiente. Pero no llegó a entrar en vigor por la oposición del ministro portugués Caravalho, por lo que continuaron los problemas, llegando a otro acuerdo que se firmó el día doce de febrero del año de 1761, anulando éste al anterior, pero tampoco entró en vigor, así que por fin después de casi tres siglos con el problema de límites, se firmó el del día uno de octubre del año de 1777, en el cual curiosamente se recogían muchos de los artículos del firmado en 1750.

Al regresar se incorporó al Departamento de Cartagena, en el que estuvo desempeñando cargos de su grado, hasta que le fue entregada la Real Orden del día trece de julio del año de 1760, por la que se le comunica su ascenso a jefe de escuadra, este mismo año se hizo a la mar con la del propio Departamento, el cual era el encargado de mantener los buques que en su mayoría se destinaban a la misión de combatir a los corsarios de las regencias norteafricanas.

Por Real orden del día catorce de abril del año de 1779, se le asciende al grado de teniente general, pasando un tiempo al Departamento de Ferrol destinado en puestos de su alto cargo.

Poco tiempo después pasó de nuevo al Departamento de Cádiz, sucediendo el óbito del Director General de la Real Armada y Capitán General del Departamento de Cádiz cargos que iban anexos del que lo ostentaba, siendo el teniente general don Andrés Reggio, ocurriendo el día diez de febrero del año de 1780, pasando a hacerse cargo interinamente.

Permaneció en el puesto hasta la llegada de su nuevo propietario el general don Luis de Córdova, que se presentó el día nueve de marzo siguiente pero el día diez de junio el general Córdova se hizo a la mar con la escuadra, volviendo a suplirle en la Comandancia del Departamento, como el general Córdova en esos momentos estaba en la mar sin tocar tierra, Lángara falleció en esta interinidad el día diecisiete de febrero del mismo año de 1781. Falleció con edad avanzada, pues contaba con ochenta y un años, de los cuales sesenta y cuatro estuvo al servicio de España.

Entre otras condecoraciones, estaba en posesión de la Cruz de la Real y Muy distinguida Orden de Carlos III.

Bibliografía:

Cantillo, Alejandro del.: Tratados, Convenios y Declaraciones de Paz y de Comercio desde el año de 1700 hasta el día. Imprenta Alegria y Chalain. Madrid, 1843.

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

González de Canales, Fernando.: Catálogo de Pinturas del Museo Naval. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 2000.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Compilada por Todoavante.

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