Navío Nuestra Señora de Guadalupe

Posted By on 12 de noviembre de 2011

Navío de 60 a 66 cañones, construido en Campeche en 1703. El 30 de enero de 1699 la Junta General de Armadas ordena fabricar en Campeche dos buques para la Armada de Barlovento, de 55 y de 45 codos de quilla, que servirían de capitana y almiranta. La almiranta, que sería el navío llamado Nuestra Señora de Atocha y San Francisco, resultó ser defectuoso en su construcción y no fue aceptado para servir en la armada, siendo vendido en pública subasta.

El precio de su construcción se fijó en 100.000 pesos, siendo puesta su quilla el 25 de enero de 1702. Su nombre completo era Nuestra Señora de Guadalupe y San Antonio. El encargo de su construcción le fue dado al maestro mayor de ribera capitán Luis Zenteno y a Sebastián de Idiaquez y Zabalza, como fiador. Por fallecimiento de los dos, se encargó de los trabajos el maestro carpintero de ribera don Francisco de los Reyes y José Fernández Estenos, siguiendo las recomendaciones y planos de Francisco Garrote.

Se integró en la Armada de Barlovento, siendo recepcionado por el capitán don Antonio de Ibarra, después de ser reconocido y aceptado, a pesar de que sus medidas no correspondían a las pactadas en el contrato. Medía 55 codos de quilla, 64 de eslora, 17 y 2/3 de de manga, 9 y 1/3 de puntal, 17 y 1/3 de mura, 16 y ¾ de cuadra. En pies de Burgos medía 110 de quilla, 128 de eslora, 35 y 6 pulgadas de manga, 18 y 8 pulgadas de puntal, 34 y 8 pulgadas de mura, 33 pies y 6 pulgadas de cuadra, con 725 toneladas de arqueo. Realizó varios viajes de ida y vuelta a América, burlando el bloqueo enemigo y trayendo importantes cantidades de plata, vitales para el mantenimiento de la guerra de Sucesión española. Fue, sin lugar a dudas, el mejor buque de la Armada de la época.

Botado en 1703, en el mes de abril de ese año llega a Veracruz desde Campeche y se pone al mando del general don Andrés de Pez, comandante de la Armada de Barlovento. Su primera salida fue para proteger a los navíos de azogue del mando del almirante don Francisco Garrote, zarpando de Veracruz el 11 de diciembre de 1703 con otros tres buques, la almiranta de la Armada el navío Santísima Trinidad y Nuestra Señora de Atocha, la fragata que hacía de gobierno Nuestra Señora del Rosario y Santiago Apóstol y un patache.

Un temporal obliga a los buques de Pez a refugiarse en Campeche y reparar al navío Guadalupe y a la almiranta. Vuelven a salir hacia la Habana, pero a su llegada el 2 de abril, los navíos de Garrote ya habían zarpado. Allí se intentó habilitar a sus cuatro barcos para continuar de repartir el situado, zarpando sólo con la capitana y la fragata gobierno Nuestra Señora del Rosario, dejando en puerto a la almiranta y al patache, que zarpó con la Armada pero tuvo que entrar en Matanzas al hacer mucha agua.

El 2 de julio de 1704 entraron en el castillo de Araya y continuaron a Puerto Rico. De regreso a Veracruz, después de su paso por el Guarico y Cuba el 12 de agosto, encontraron a la almiranta y al patache, entrando las cuatro naves en el puerto mejicano en el mes de septiembre.

El 11 de noviembre de 1704 salió de Veracruz al mando del capitán don Andrés de Arriola cargado con un millón de pesos. Llegó a Cádiz en el mes de febrero de 1705 en conserva de otro navío. La falta de caudales de la Corona española obliga al virrey de Nueva España a ceder al mejor navío de la Armada de Barlovento para cumplir este cometido. La suspensión de las anteriores Flotas obliga al apresto de este navío para zarpan con la Flota de 1706 y así embarcar el azogue que no se pudieron llevar en la capitana y almiranta hasta sumar los 10.000 quintales.

El 10 de marzo de 1706 zarpa de Cádiz con la Flota de Nueva España del general don Diego Fernández de Santillán con destino a Veracruz, flota compuesta por 13 mercantes y tres buques de escolta, el navío Nuestra Señora de Guadalupe, el navío Nuestra Señora de Begoña y el mercante armado Santo Cristo de San Román, que embarcaban 10.000 quintales de azogue. Tras ser escoltados por 7 fragatas francesas hasta las islas Canarias, llegó la Flota a Cartagena de Indias en compañía de la Flota de Galeones del conde de Casa Alegre, después de sortear a la escuadra inglesa al mando del almirante Sir John Leake.

Zarpan de Cartagena escoltados por la escuadra del francés Jean Duccase, llegando finalmente a Veracruz el 29 de mayo de 1706. La falta de navíos le obliga a salir de nuevo de Veracruz el 28 de diciembre de 1706 con otro millón de pesos esta vez al mando del general don Andrés de Pez, acompañado de varias fragatas mercantes, llegando a la Habana el 13 de enero de 1707, aprovechando una relajación en la actividad naval enemiga. Para evitar a las escuadras enemigas y el mal tiempo encontrado en los últimos días de travesía hizo que llegara a Brest el 27 de febrero de 1707 con el patache Nuestra Señora de los Reyes y San Jorge, al mando del capitán don Diego Sánchez.

Sustituido el patache por una fragata francesa comprada, son escoltados hasta Cádiz por dos buques de guerra franceses, los navíos de 60 cañones Apolo y Triton al mando de los capitanes Doroigne y Dudresner, fondeando el 22 de septiembre de 1707. Otra vez al mando de don Andrés de Arriola sale de Cádiz el 22 de mayo de 1708. Era la Flota de Nueva España al mando de don Andrés de Pez de 18 mercantes, cinco de ellos franceses, escoltados por dos navíos franceses, Apolo y Triton, además del Nuestra Señora de Guadalupe. Hasta las islas Canarias recibieron la escolta adicional de dos fragatas francesas. Ante el deterioro de las relaciones hispano-francesas esta escolta francesa fue de las últimas que prestaron carísimos servicios a los intereses españoles.

A primeros de julio pasaron por Guarico y de aquí a la Habana donde dejó pliegos para el gobernador. Llega a Veracruz el 3 de agosto después de capturar el 20 de julio sobre el cabo de San Antón seis de las 12 naves de un convoy inglés en el golfo de México, que habían salido de Jamaica y volvían a Inglaterra sin escolta, cargados de azúcar y palos de tinte. Eran las fragatas Anna, Milla, Dragon, Galere, El Sefo de Inglaterra y El Cristo, además del bergantín La Ana Inglesa.

Después de carenar el navío, en febrero de 1709 estaba ya listo para salir de nuevo al mando de Arriola, pero su salida se demoró en espera de la escuadra francesa que debía dar escolta a la Flota ante las noticias de movimientos navales enemigos. Pero a finales de mayo los franceses no habían salido todavía de Francia, teniendo que descargar los buques de la flota. Se decide que salga la flota de 18 mercantes, 5 de ellos franceses, con la protección de dos bajeles franceses de 60 cañones, Apolo y Triton, y la capitana de Barlovento y así se hace entre el 15 y el 20 de noviembre de 1709. Hacen escala en la Habana, de donde salen el 20 de enero, llegando a Cádiz el 2 de marzo de 1710. Otros autores señalen que llegó con caudales al puerto de Pasajes.

Partió inmediatamente de Cádiz con el navío, que hacía de patache, Nuestra Señora de los Reyes y San Jorge y otro navío mercantes, hallándose de regreso en Veracruz el 12 de octubre de 1710. El este viaje llevó a bordo al nuevo virrey de Nueva España, don Fernando de Alencastre (Lancaster) Noroña y Silva, duque de Linares y marqués de Valdefuentes. También llevó a bordo 2.000 quintales de azogues.

Inicia un nuevo viaje a España el 29 de enero de 1711 llevando 1.162.000 pesos al mando de don Andrés de Arriola. Después de una escala de ocho días en la Habana, llega a Cádiz el 31 de marzo, después de burlar el acoso y vigilancia de la escuadra inglesa y holandesa al mando del almirante John Jennings.

El 3 de agosto de 1711 sale de Cádiz rumbo a Veracruz como capitana de la Flota de Nueva España de don Andrés de Arriola, compuesta por seis mercantes. Después de tanto viaje se tuvo que carenar por lo que no pudo partir con la flota, siendo sustituido por la almiranta de Barlovento Santísima Trinidad y Nuestra Señora de Atocha, al mando del almirante Alarcón. Reparado y alistado de nuevo, zarpa de Veracruz el 19 de enero de 1713 al mando del teniente general don Pedro de Ribera, que sustituyó a Arriola por defunción de éste, acompañado de una fragata francesa, el Águila, para escoltar la flota, llegando a Cádiz el 30 de marzo de 1713, después de la siempre programada escala en la Habana. Varios de los buques se separaron por temporal.

La guerra con Gran Bretaña se había terminado con la paz firmada en julio de 1713, pero Barcelona seguía en poder de los partidarios de la casa de Austria. Una flota al mando de don Manuel López Pintado debía partir hacia América, entre los que se encontraba el Guadalupe, pero tuvo que acudir al bloqueo de Barcelona en 1713 en la escuadra al mando de don Manuel López Pintado, zarpando de Cádiz el 12 y 13 de noviembre rumbo a las costas catalanas.

El 13 de septiembre de 1714 zarpa de Barcelona rumbo a Génova para traer a Alicante a la nueva reina Isabel de Farnesio. Con la insignia del Marqués de Mari y al mando del capitán de navío don Antonio González pertenecía a la escuadra de tres navíos al mando del jefe de escuadra don Andrés del Pez. La reina decidió ir a España por tierra.

En 11 de junio de 1715, al mando del marqués Cabaret, zarpa de Barcelona con la escuadra del general de la Armada don Pedro de los Ríos, conde de Fernán Núñez para recuperar Mallorca, realizándose el desembarco el 16 de junio.

El 21 de agosto de 1715 salía de Cádiz con la Flota de Nueva España del mando de López Pintado rumbo a Veracruz, al mando del capitán don Antonio Ventura de Parga. Contaba con diez mercantes, siendo la nave almiranta el navío Nuestra Señora de Begoña, alias Campanela, además de la fragata Príncipe de Asturias, alias Infante. Llegan a Veracruz el 1º de noviembre. El 21 de mayo de 1716 zarpan de Veracruz para su regreso a Cádiz.

El 28 de julio de 1717, al mando del capitán don Juan de Córdoba, zarpa de Cádiz como nave almiranta de la Flota de Nueva España de once mercantes del mando del jefe de escuadra don Antonio Serrano con destino a Veracruz. Llegan a Veracruz el 9 de octubre. Para la travesía de regreso zarpan de Veracruz el 8 de mayo de 1718 y llegan a la Habana el 13 de ese mes, zarpando de nuevo el día 30 para llegar a Cádiz el 16 de agosto. Le acompañaba el navío capitana Nuestra Señora de Begoña, alias Campanela y un navío de 50 cañones, Nuestra Señora de Gracia, que hacía de patache.

El 7 de marzo de 1719, al mando del capitán de navío don Rodrigo de Torres, que era además el segundo comandante de la expedición, sale de Cádiz con la escuadra del teniente general don Baltasar de Guevara para una expedición de desembarco en Gran Bretaña. Llegó a Vigo con otro navío de 60 cañones, una fragata de 20 cañones y 20 transportes, recalando después en La Coruña, Santander y Pasajes para recoger más buques y más tropas. La escuadra, compuesta por dos navíos, una fragata y 26 transportes, con 5.000 soldados, armas por otros 30.000 hombres, y pertrechos de guerra, sufre fuertes vientos del noreste que dispersan las naves a partir del 27 de marzo a la altura del cabo Finisterre, desbaratando los planes de la invasión.

Durante casi dos semanas los buques de Guevara sufren las inclemencias del temporal. Mientras varias naves se estrellan contra la costa, otras entran en varios puertos de Galicia, como el navío Guadalupe que lo hace el 10 de abril en Vigo con muchos daños, otros cuatro buques llegar a Lisboa, un buque de guerra llega a Faro y ocho regresan a Cádiz, entre ellas la nave capitana de Guevara. Los planes de invasión no se abandonaron y los buques comienzan a ser reparados, aunque se estimó que pasarían unos tres meses hasta que todo el operativo estuviera de nuevo listo, siendo finalmente suspendido.

A primeros de diciembre de 1719 se encuentra en Santander y zarpa con la escuadra del capitán de navío don Rodrigo de Torres con órdenes de ir a Cádiz para evitar ser capturado o destruido por los ataques de británicos y franceses. Compuesta por los navíos Nuestra Señora de Guadalupe, San José, alias Tolosa y Hermione, además de la fragata Fidela, capturan en aguas cántabras una fragata y una balandra inglesa, cargadas de vino, sal, naranjas y otros géneros.

El 21 de diciembre se enfrenta la escuadra de Torres en la llamada primera batalla del cabo San Vicente contra la escuadra del comodoro británico Philip Cavendish. Después de cinco horas de combate los británicos se retiran a Gibraltar con 150 bajas, mientras Torres entra en Cádiz el 2 de enero de 1720 con las presas y las bajas de 20 muertos y 27 heridos. Los buques británicos recibieron muchos daños y Cavendish forzó la vela para escapar, consiguiéndolo al ser más veleros que los españoles. Ya en Cádiz pasa a ser mandado por el capitán de navío don Gabriel Pérez de Alderete, marqués de Casinas, el 23 de enero de 1720, cesando en el mando el 29 de julio, sustituido por el capitán de navío don Gabriel de Mendinueta.

El 7 de agosto de 1720 zarpa de Cádiz como nave capitana de la Flota de Nueva España del mando del jefe de escuadra don Fernando Chacón Medina y Salazar. Realmente habían zarpado el 31 de julio, pero al haber cesado el viento favorable tuvieron que fondear en Rota, hasta la noche del 6 de agosto que comenzaron a hacerse a la vela. Esta Flota contaba además con la escolta de los navíos San José, alias La Tolosa (almiranta) y la fragata de dos puentes Hermiona (primer patache) y diecisiete mercantes, entrando en Veracruz el 26 de octubre de 1720. El 29 de mayo de 1721 zarpa la Flota de Veracruz para entrar en la Habana, volviendo a zarpar el 26 de julio y entran en Cádiz el 19 de septiembre de 1721 con dos buques de guerra y trece mercantes, llevando a bordo 9.183.980 pesos de particulares y 888.921 pesos de S.M.

Por real orden del 19 de enero de 1722 se hace otra vez cargo del navío el capitán de navío don Gabriel de Mendinueta. Sale con la Flota de azogues del general Chacón. Habiendo fallecido Chacón en la travesía de Veracruz a la Habana se hace cargo de la flota el capitán más antiguo, transbordando el capitán Mendinueta en la Habana al navío Tolosa, que era la capitana. Regresan a Cádiz el 20 de agosto de 1723.

El 26 de junio de 1722 zarpa de Cádiz con el navío San José, alias Tolosa, rumbo a Veracruz en la flota de azogues mandada por el teniente general don Fernando Chacón Medina y Salazar, llegando a su destino el 26 de agosto, tras 59 días de navegación. Llevaban abordo al nuevo virrey de Nueva España don Juan de Acuña y Manrique, marqués de Casa Fuerte, 8.000 quintales de azogue, bulas, papel sellado, armas y municiones.

El 8 de abril de 1723 zarpa de Veracruz para su regreso a Cádiz y el 21 de abril muere a bordo del navío capitana Guadalupe el teniente general don Fernando Chacón, cuando se encontraba en la Habana. Se hizo cargo del mando de la flota el capitán de navío don Gabriel Pérez de Alderete. En la travesía de regreso trajeron al anterior virrey don Baltasar de Zúñiga, marques de Valero. Regresan a Cádiz el 19 de julio de 1723 con 8.920.161 pesos a bordo, de ellos 705.626 de S.M.

En diciembre de 1723 se ordena al capitán de navío Pérez de Alderete, que se encontraba de nuevo al mando del navío Guadalupe, zarpar de Cádiz rumbo a Guarnizo, donde debía hacerse cargo del navío San Luis, recién construido.

Estando al mando la Flota de Azogues del jefe de escuadra don Baltasar de Guevara, en compañía de la almiranta, el navío San José, alias Tolosa, zarpa de Cádiz en julio de 1724. El navío Nuestra Señora de Guadalupe estaba mandado por el capitán de navío don Gabriel de Mendinueta. El 13 de agosto llegaron a Puerto Rico para hacer aguada y reparar el mastelero del Tolosa, volviendo a zarpar el día 23.

En ruta de Puerto Rico a la Habana les sorprende un temporal el 24 de agosto donde se hunden los dos navíos en la costa norte de La Española, actual República Dominicana, al chocar contra los arrecifes de la bahía de Samana. Entrada la noche y rebasado el cabo de San Rafael, el Guadalupe encalla, mientras el Tolosa lo hace al amanecer en medio de fuertes vientos.

En el navío Nuestra Señora de Guadalupe se salvan unos 500 tripulantes y pasajeros de los 600 que iban a bordo, mientras el Tolosa chocó con un arrecife y hubo sólo 30 supervivientes de los 600 tripulantes y pasajeros que había a bordo. El general Guevara muere en uno de los botes, salvándose el capitán Mendinueta.

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Compilada por Santiago Gómez.

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