Biografía de don Felipe González

Posted By on 23 de abril de 2015

 

Jefe de escuadra de la Real Armada Española.

Vino al mundo en la población de Santoña por 1702 de familia pobre.

Por ello comenzó su carrera de grumete meritorio de pilotos de la Armada, pasando como marinero, poco después ascendió a artillero, posteriormente pilotín y algo más tarde piloto para navegaciones por Europa, embarcando en el primer grado en la urca San Bernardo, realizando varios viajes con tropas entre las poblaciones bañadas por el Cantábrico, en 1729 trasbordó por orden al navío Santiago, en conserva del Reina continuando en su aprendizaje y aprobando tantas pruebas como se le exigieron en su carrera de piloto.

En 1730 se le ordenó trasbordar a la fragata Aránzazu, zarpando con rumbo a Cartagena de Indias, donde permaneció de cruceros sobre sus aguas hasta recibir la orden de trasbordar al navío Constante, regresando a la bahía de Cádiz.

Aquí comenzó una segunda etapa de su vida, por la costumbre de la época de desarmar los buques cuando no se estaba en guerra, trasbordó de un buque a otro, zarpó varias veces con rumbo a los puertos de Ferrol, Barcelona, Ceuta, Livorno y Nápoles, así como a otros distintos del Mediterráneo menos veces, permaneciendo en este ir y venir hasta fondear en Cádiz en 1736 pasando al navío Incendio, zarpó cargado con azogues a Veracruz, donde se unió a la Flota de Nueva España al mando del general don Manuel López Pintado, regresando a la bahía de Cádiz.

Recibió la orden de embarcar en el navío San Juan en 1738, perteneciente a la escuadra del general don Benito María de Spínola, zarpando de la bahía de Cádiz con rumbo a Puerto Rico, Habana Veracruz y Cartagena de Indias, al llegar se le ordenó trasbordar al navío Europa, dando la vela en comisión de guardacostas, pasando después a formar parte de la escuadra del general don Blas de Lezo, por ello participó en los combates que se dieron contra la escuadra del almirante Vernon, al ser hundido su navío en Boca Chica se le dio el mando del fuerte de San Pedro Mártir, participando muy activamente en la defensa del fuerte de San Lázaro de donde fueron expulsados los enemigos, puesto en conocimiento de S. M., su ejemplar comportamiento por Real orden del 23 de mayo de 1741 se le ascendió al grado de alférez de navío, ingresando así en el Cuerpo General de la Armada.

En 1742 pasó a la Habana siendo destinado al navío España, integrado en la escuadra del general don Rodrigo de Torres, zarpando en tres ocasiones hasta la sonda de la Tortuga para expulsar a los piratas allí escondidos, por orden de 1747 trasbordó al navío Reina perteneciente a la escuadra del general don Andrés Reggio, zarpando dando escolta a un convoy transportando cuatro regimientos de Infantería hasta su arribada a la bahía de Cádiz.

En 1748 se le ordenó trasbordar a la tartana francesa San Luis, para realizar varios cruceros por los cabos de San Vicente y Cantín, para comprobar la existencia de fuerzas navales británicas, por ser la época de zarpar los buques con los azogues con destino a Tierra Firme y Veracruz, al año siguiente trasbordó al navío América, Dando la vela con rumbo a La Guaira, Cartagena de Indias y Habana, regresando con caudales a la bahía de Cádiz.

Por Real orden del 28 de septiembre de 1751 se le ascendió al grado de teniente de fragata. Por Real orden del 20 de mayo de 1754 fue ascendido al grado de teniente de navío, permaneciendo embarcado en el mismo buque de su destino, zarpando en 1756 para realizar los típicos cruceros entre los cabos de Santa María y San Vicente, así como hasta las islas Terceras, además de varios viajes a Ferrol y Cartagena, donde al llegar se le ordenó trasbordar a la fragata Hermione, zarpando cargada con azogues con rumbo a Veracruz, aquí trasbordó al navío Castilla regresando a la bahía de Cádiz, de donde zarpó transportando tropas con destino a relevar las de Ceuta, al arribar con igual comisión zarpó con rumbo a las islas Afortunadas y entre viajes se le comisionaba para otras cuestiones menores.

En 1758 trasbordó al navío Poderoso incorporado a la escuadra del general don Andrés Reggio, realizando diversas comisiones, pasando al navío Guerrero en 1759 e incorporado a la escuadra del general don Juan José Navarro, viajando a Nápoles para embarcar a la Real familia del nuevo rey de España don Carlos III, regresando a la ciudad de Barcelona de donde pasó a Cartagena.

En 1760 por encontrarse una escuadra fuerte en Ferrol fondeada compuesta por dieciocho buques, se le otorgó el mando de la fragata Arrogante para protección de ellos.

Embarcó en 1761 en el navío Dichoso perteneciente a la escuadra del general don Luis de Córdoba, siendo comisionado para transportar a Cartagena de Indias tropas, al arribar se le nombró capitán de la Maestranza encargada de carenar varios bajeles, al terminar el trabajo embarcó con rumbo a Veracruz y la Habana, de donde zarpó con caudales arribando a la bahía de Cádiz.

Embarcó en el navío Princesa, zarpando de la bahía de Cádiz arribando a Cartagena donde se encontraba la Infanta de España doña María Luisa, embarcando el mismo 24 de junio de 1765, volviendo a hacerse a la mar al amanecer del 25 rumbo a Génova, donde fondearon el 17 de julio siguiente, para convertirse en la esposa de don Pedro Leopoldo de Lorena el Gran Duque de Toscana, quien posteriormente ocupó el trono imperial, hubieron fiestas y convites para las dotaciones y mandos, zarpó de nuevo la escuadra rumbo al puerto de Livorno capital de Liorna, donde embarcó la Princesa María Luisa de Parma, quien venía a contraer nupcias con el Príncipe de Asturias, futuro don Carlos IV regresando la escuadra a Cartagena el 11 de agosto. En el viaje todos observaron la disposición de la escuadra, navegando de tres en línea y de fondo, estando en el centro de la formación el Rayo para resguardo de mares y casi de vientos, de ahí que los trayectos fueran a poca velocidad para no molestar a las nobles damas. Se realizaron grandes fiestas en la ciudad de Cartagena, así como prender fuego a grandes fogatas, pues se presentó un crudo invierno que congeló las aguas del golfo de Vizcaya.

Le fue entregada la Real orden del 15 de enero de 1766 con su ascenso al grado de capitán de fragata, embarcando de segundo en el navío Firme, cargado con azogue zarpó con rumbo a Veracruz, a su regreso hizo escala en la Habana para embarcar caudales, arribando a la bahía de Cádiz, al fondear se le otorgó el mando del navío, dando la vela con rumbo a cruzar sobre el cabo de San Vicente en protección del tráfico marítimo proveniente de ultramar, uno de los días avistaron seis jabeques argelinos, dando la orden de perseguirlos, pero éstos por su mayor andar se fueron perdiendo en el horizonte, a su vez la fuerte mar le obligó a entrar en Ferrol a reparar su buque.

En 1769 se le otorgó el mando del navío San Lorenzo, siendo cargado con tropas y pertrechos de guerra como refuerzo con destino al Callao, a donde arribó y desembarcó las fuerzas, por orden del virrey zarpó en conserva de la fragata Rosalia, ésta con pliegos secretos y él por la noticia de haberse descubierto una isla llamada David, cumplida la primera parte de dar escolta a su compañera de viaje, regresó al punto donde debía de encontrarse la isla, después de unos días la descubrió por fin, tomó todos los datos para situarla en los planos que entregó al virrey a su regreso, siéndole entregada la Real orden del 22 de octubre de 1770 con su ascenso al grado de capitán de navío, zarpó con rumbo a Valparaíso para entregar unos pliegos regresando al Callao, donde embarco caudales zarpando con rumbo a Cádiz doblando el cabo de Hornos arribando a mediados de 1774.

Se le dio una corta licencia y entrado 1775 se le otorgó el mando del navío San Miguel, realizando las pruebas con los San Eugenio y Oriente, a las órdenes del general don Juan de Lángara, permaneciendo en el mando de su buque hasta 1778.

Por Real orden de este mismo año se le otorgó el mando del San Isidoro, incorporado a la escuadra del general don Miguel Gastón, permaneciendo hasta el año siguiente por serle otorgado el mando del navío Serio de la escuadra del general don Luis de Córdova, participando en la primera campaña del canal de la Mancha, obligando la escuadra combinada franco-española al almirante Hardy a refugiarse en sus puertos, siendo solo capturado por lento el navío británico Ardent del porte de 74 cañones.

Regresó a la bahía de Cádiz, al comenzar el gran asedio sobre Gibraltar participó el 13 de septiembre de 1782 en el desgraciado bombardeo de las baterías flotantes y el 20 de octubre siguiente en el combate contra la escuadra británica del almirante Howe, llamado del cabo Espartel, como consecuencia de los daños recibidos tuvo que pasar a desarme su navío en el arsenal de La Carraca.

Por Real orden del 21 de diciembre siguiente se le ascendió al grado de brigadier, unos meses más tarde se le otorgó el mando del navío San Eugenio, zarpando con rumbo a Montevideo, donde se abasteció para continuar su viaje a Valparaíso, Talcahuano y el Callao, quedando destinado en este puerto, prestando diferentes servicios protegiendo el tráfico mercante del mar del Sur, permaneció hasta 1787 por recibir la orden de regresar a la bahía de Cádiz, quedando desembarcado por pasar su buque a desarme, cosa natural por los años que había permanecido de servicio continuado.

Por Real orden del 21 de septiembre de 1789 fue ascendido al grado de jefe de escuadra, dada su avanzada edad y múltiples achaques no pudo obtener mando de mar, pero continuó prestando grandes servicios en diferentes comisiones de su alto grado en el mismo Departamento.

Sobreviniéndole el fallecimiento el 27 de octubre de 1792 cuando contaba con noventa años de edad, de ellos setenta y cinco de muy honrosos servicios.

Siendo a su vez uno de los pocos que comenzó por el grado de grumete terminando su carrera como Jefe de Escuadra, demostrando que a pesar de ser elitista la forma de ingreso como oficial, no era imposible alcanzar el generalato.

Bibliografía:

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Terrón Ponce. José L.: El Gran Ataque a Gibraltar de 1782 (Análisis militar, político y diplomático). Ministerio de Defensa. Madrid, 2000. Premio Ejército 1999.

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