Biografía de don Luis Hernández Pinzón y Álvarez

Posted By on 25 de diciembre de 2014

Luis Hernández Pinzón y Álvarez. XXVIII Capitán General de la Real Armada. Cortesía del Museo Naval. Madrid.

Luis Hernández Pinzón y Álvarez. Cortesía del Museo Naval. Madrid.

IV Almirante Español.

XXVIII Capitán General de la Real Armada.

Caballero Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando de 1ª clase.

Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden Española de Carlos III.

Senador del Reino.

El 23 de diciembre de 1816 vino al mundo en la población de Palos de Moguer en Huelva.

En 1824 se refundieron las tres compañías de Guardiamarinas en un Colegio, el cual debía de establecerse en la población de Puerto Real, pero se decidió trasladarlo a La Carraca, a pesar de ser un establecimiento de la Armada no se pudo poner en marcha. En 1828 se suprimió el Colegio y se dio libertad de enseñanza aplicando la Constitución de 1812, por ello ya no era necesario ser hijodalgo ni pasar las pruebas de limpieza de sangre, al estar preparado se pasaba un examen presidido por una Junta de Jefes de la Armada, quienes al dar el Vº Bº se producía el ingreso en la Corporación. No era fácil superarlo, porque en los exámenes las exigencias eran las justas y conformes a los requerimientos de la profesión, fue una época muy dura pues ante la libertad de estudio los jueces de las pruebas eran implacables en su aplicación, no perdonando ningún error por nimio que fuera.

Pasando de esta forma veintiún años en los cuales no hubo academia, ni colegio, ni compañía de guardiamarinas, siendo libre la preparación de todos los aspirantes, viviendo en «casas de confianza» e ingresando al aprobar el examen de la Junta de Jefes, hasta llegar a 1845 cuando por fin se abrió la Escuela Naval Militar en San Carlos. Por esta razón no hay expedientes de estos años.

Aprobado su examen fue admitido en la Corporación en 1833.

El 9 de julio de 1836 fue ascendido a alférez de navío por méritos de guerra, al ser su comportamiento muy valeroso en la toma de Pasajes.

Participó también en el ataque a Fuenterrabía siendo herido, recuperado llegó a tiempo de volver a entrar en combate el 24 de diciembre de 1836 participando con la lancha Constitución, de su mando en el combate por Luchana, siendo la primera en alcanzar el puente después de un sangriento combate.

Por su valor se le otorgó en propiedad el grado que ya ostentaba y tras el consabido juicio contradictorio se le entregó el 24 de febrero de 1837, la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando de 1ª clase, por su valor en el combate sobre Luchana el 24 de diciembre de 1836 y el grado de capitán de Infantería de Marina, estos fueron sus comienzos en la carrera militar, sin haber llegado a los veinte años de edad.

Entre 1839 á 1842 estuvo al mando del vapor Mazeppa, este mismo año se le asciende al grado de teniente de navío.

En agosto de 1843 se le ascendió al grado de capitán de fragata, se encontraba en la ciudad de Barcelona durante la primera guerra carlista, al mando de una escuadrilla se apoderó de las islas Medas, Rosas y Cadaqués, con todo esto realizó numerosos prisioneros, capturando al mismo tiempo numerosas piezas de artillería y más de quince mil fusiles.

Se le otorgó el mando del vapor Isabel II, cuando se declaró la rebelión de Levante bloqueó la ciudad y puerto de Alicante, teniendo que batirse con la artillería del castillo de Santa Bárbara, apresó al falucho África, pocos días después se enfrentó a los buques Plutón y Proserpina, a los que batió y puso en fuga, por esta muestra de valor, el 4 de noviembre siguiente se le ascendió al grado de coronel de Infantería de Marina.

En 1846 se le otorgó el mando de la corbeta Colón y el 14 de julio de 1847, se le ascendió al grado de brigadier, del cuerpo de Infantería de Marina.

El 1 de abril de 1850 se le ascendió al grado de capitán de navío.

El 3 de marzo de 1851 se le otorgo el grado de brigadier numerario.

El 30 de mayo de 1860 fue ascendido al grado de jefe de escuadra, al firmase el tratado de Wad-Ras poniendo fin a la guerra de África transportó al Sultán Muley Abbas a Tánger.

En 1862 se le nombró comandante general de la escuadra del Pacifico, al mando de las fragatas de hélice Resolución y Triunfo, navegó a aquellas aguas, por discrepancias con la república de Perú se apoderó de las islas Chinchas, al producirse el incendio de la Triunfo, se quedo sólo con la fragata Resolución y la goleta Vencedora, a pesar de ello se atrevió a desafiar a las escuadras de Chile y Perú reunidas.

Cuando entregó el mando de esta escuadra para regresar a España, lo hizo en un atrevido viaje a través del istmo de Panamá, atravesando repúblicas enemigas, las cuales pocos días antes ponían precio a su cabeza habiéndose «fusilado» sus efigies y retratos.

A su regreso fue nombrado presidente de la Comisión de marina en Londres, pasó como segundo jefe del apostadero de la Habana a la isla de Cuba, a su regreso fue nombrado vocal del Supremo de Guerra y Marina. Mientras fue diputado a Cortes en varias legislaturas

No intervino en la revolución del 68, aun así el nuevo Gobierno por Real decreto del 11 de octubre de 1868 le otorgó el grado de teniente general, siendo nombrado presidente de la Junta Superior Consultiva de la Armada; presidente del Centro Técnico de la Armada; presidente del Consejo de Enganches y Redenciones y capitán general del Departamento de Cádiz.

Ocupando este cargo comenzó a prepararse el evento de la celebración del IV Centenario del descubrimiento de América, como descendiente directo de los hermanos Pinzón personalmente no era una cuestión baladí y aunque no pudo llegar a ver la celebración fue el alma, logrando fuera un evento que pasara a la historia, por sus grandes concentraciones navales y otros actos muy dignos en aquellas fechas.

El 18 de abril de 1881 se le ascendió a la más alta dignidad de la Real Armada, Almirante, título en estos momentos equivalente al anterior Capitán General de la Real Armada y por ello Senador del Reino.

Falleció en su pueblo natal de Palos de Moguer el 22 de febrero de 1891, cuando contaba con setenta y cuatro años de edad, de ellos cincuenta y ocho de buenos servicios a España.

Le cupo a Pinzón vivir en una época de las más funestas y trágicas de la historia de España, la Patria ensangrentada por varias guerras civiles, África, Conchinchina, problema con Alemania sobre las islas Carolinas, pronunciamientos, sublevaciones y calamidades de todo género, parecía estar a punto de acabar con ella, merced a la locura de sus hijos.

Pinzón defendiendo los intereses siempre de España, se distinguió en cuantas acciones de guerra pudo estar presente, por su esfuerzo personal y valor rayano en la temeridad.

Pero el cargo que más ilustró su nombre, fue el mando de la escuadra del Pacífico entre 1862 y 1865, don él se nos presenta como consumado hombre de mar y de guerra, rodeado de todos los prestigios que despertaba la figura de un hombre de cuarenta años, dotado de unas especiales cualidades, el cual, en más de una ocasión, resolvió situaciones difíciles por el sólo imperio de su presencia.

Sus condecoraciones españolas y extranjeras eran numerosas, entre otras: Bandas y Placas de las Grandes Cruces de la Real y Muy Distinguida Orden Española de Carlos III, de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco.

Por un Real decreto del 30 de junio de 1911 determinó el Gobierno trasladar sus restos al Panteón de Marinos Ilustres, siendo el 8 de agosto siguiente cuando fueron depositados en el lugar donde hoy reposan bajo un sencillo y elegante mausoleo, cuya leyenda dice lo siguiente:

Excmo.  e Ilmo.  Señor

Don Luis Hernández-Pinzón y Álvarez

Almirante de la Armada

Nació en Moguer el 23 de diciembre de 1816

Murió en Moguer en 22 de febrero de 1891

R. I. P.

Mausoleo en el Panteón de Marinos Ilustres de don Luis Hernández Pinzón y Álvarez. IV Almirante Español. XXVIII Capitán General de la Real Armada. Cortesía del Museo Naval. Madrid.

Mausoleo de don Luis Hernández Pinzón y Álvarez. Cortesía del Museo Naval. Madrid.

Bibliografía:

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Bordejé y Morencos, F. Fernando de.: Crónica de la Marina Española en el siglo XIX, 1868-1898 (Tomo II) Editorial Naval. Madrid, 1995.

Ceballos-Escalera y Gila, Alfonso de. Vizconde de Ayala, Ceballos-Escalera y Gila, Luis de, y Madueño y Galán, José María.: Los Marinos en la Orden de San Fernando. Ministerio de Defensa. Madrid, 2011.

Cervera y Jácome, Juan. El Panteón de Marinos Ilustres. Ministerio de Marina. Madrid. 1926.

Cervera Pery, José.: El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004.

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Estado General de la Armada año de 1835. Imprenta Real. Madrid.

Estado General de la Armada para el año de 1847.

Estado General de la Armada para el año de 1848.

Estado General de la Armada para el año de 1850.

Estado General de la Armada para el año de 1852.

Estado General de la Armada para el año de 1861.

Estado General de la Armada para el año de 1864.

Estado General de la Armada para el año de 1865.

Estado General de la Armada para el año de 1866.

Estado General de la Armada para el año de 1869.

Estado General de la Armada para el año de 1882.

Estado General de la Armada para el año de 1887.

Estado General de la Armada para el año de 1890.

González de Canales, Fernando.: Catálogo de Pinturas del Museo Naval. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 2000.

González de Canales, Fernando.: Revista General de Marina, cuaderno de marzo de 2003. Galería de los capitanes generales de la Armada. Págs. 318 y 319.

Novo Colson, Pedro de.: Historia de la Guerra de España en el Pacífico. Madrid, 1882.

VV. AA.: Documentos relativos a la campaña del Pacifico (1863 — 1867) Museo Naval. Madrid, 1966 — 1994. 3 Tomos.

VV. AA.: Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Espasa-Calpe. 119 tomos. Tomo, 27. Madrid, 1925. Pág.1.233.

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