Bustamante 1914
Posted By Todoavante on 14 de agosto de 2013
Primero de una serie de tres destructores proyectados por la firma británica John Brown & Co. Ltd., y construidos por la Sociedad Española de Construcción Naval de Cartagena. Salieron a la luz por la Ley de Escuadra de 1908, aprobada el día 7 de enero de ese año por el ministro de Marina almirante don José Ferrándiz, miembro del segundo gobierno de don Antonio Maura.
Este plan de escuadra contemplaba la construcción de los tres acorazados clase España, seis cañoneros, 22 torpederos y los tres destructores clase Bustamante.
Fueron bautizados con los nombres de marinos caídos en la guerra de 1898. Se identificaban con una gran inicial pintada de blanco en las amuras, el Bustamante con una “B”.
Se colocó su quilla en Cartagena el 25 de agosto de 1911. Fue botado el 3 de enero de 1913 y entregado a la Armada el 23 de marzo de 1914.
Desplazaba 548 toneladas. Medía 67,45 metros de eslora, 6,75 de manga, 3,96 de puntal y 2,16 de calado. Tripulado por 83 hombres.
Disponía de 3 turbinas Parsons, 4 calderas Normand y 3 hélices. Con una potencia de 6.250 caballos podía alcanzar los 28 nudos de velocidad. Podía almacenar 110 toneladas de carbón. Autonomía de 950 millas a 20 nudos.
Armado con 5 cañones Vickers de 57 mm, 4 tubos lanzatorpedos de 450 mm, en montajes dobles giratorios.
Su bandera de combate fue entregada en Cartagena el 16 de abril de 1914, costeada por suscripción entre las mujeres de Cartagena. Su primer comandante fue el capitán de corbeta don Manuel Fernández Almeyda, sustituido al año siguiente, el 13 de diciembre de 1915, por el capitán de corbeta don Francisco Javier de Enrile García. Fue destinado en numerosas ocasiones a las costas de Marruecos y realizó también algunas comisiones con la Escuadra de Instrucción.
El 8 de noviembre de 1916 salieron de La Coruña los destructores Bustamante y Villaamil y el cazatorpedero Terror para incorporarse a la escuadra en Muros. Les sorprendió un fuerte temporal, llegando a Ferrol el Bustamante, a Muros el Villaamil y el Terror se desconocía su paradero, saliendo a la mar los acorazados España y Alfonso XIII para buscarlo.
Al mes siguiente, el 21 de diciembre, es puesto al mando del capitán de corbeta don Salvador Carviar Caravaca, sustituido el 27 de junio de 1917 por el del mismo empleo don Álvaro Guitián Delgado. El 27 de julio de 1917 se encontraba en San Sebastián con el destructor Villaamil y los torpederos T-2 y T-8. Fuera del puerto esperaron la salida del yate Giralda para escoltarlo hasta Santander con parte de la familia Real a bordo. Llegaron a su destino el mismo día 27.
En el verano de 1919 se encontraba en aguas del Cantábrico y recibió la visita de familia Real. El 16 de julio de 1919 entró en Santander al mando del capitán de corbeta don Venancio Nardiz Alegría. La tarde del 25 de julio de 1919 entró de nuevo en Santander procedente de San Sebastián, llevando a bordo al rey Alfonso XIII, los infantes don Fernando y don Alfonso y otras personalidades.
Durante ese mes de julio de 1919 realizó evoluciones navales en aguas de Santander con el cazatorpedero Proserpina y los submarinos Isaac Peral, A-1 Monturiol, A-2 Cosme García y A-3. Los submarinos llevaban a bordo a varios miembros de la familia Real. Al año siguiente regresó a aguas del Cantábrico. Durante la celebración de las regatas anuales a finales de agosto de 1920, el destructor Bustamante salió de Bilbao para escoltar a la reina y a los balandros.
En 1921 es destinado a las costas norteafricanas, donde realizó numerosas comisiones, regresando a Cádiz a comienzos del año 1922 para entrar en el arsenal y limpiar sus fondos.
Regresó a Melilla el 15 de febrero de 1922. Estaba al mando del capitán de corbeta don José Fernández Almeida desde el 1º de septiembre de 1921. La tarde del 30 de marzo de 1922 salió de Melilla rumbo a Alhucemas remolcando a tres embarcaciones motoras con pertrechos, víveres y municiones. Fondearon cerca de Alhucemas poco después de media noche. Para agilizar el desembarco, el comandante del destructor, el capitán Almeida, arrió dos botes de ocho remos y otro de doce. A pesar de ser disparados desde tierra no hubo bajas. Antes del amanecer, emprendió el regreso a Melilla.
A mediados de abril de 1922 escoltó un convoy de víveres de Melilla a Alhucemas. En el mismo mes de abril de 1922 socorrió el Peñón de Vélez de la Gomera. En mayo de 1922 tuvo que regresar a Melilla a causa del mal tiempo. Daba escolta a un convoy a Alhucemas con el torpedero T-5 y otros buques. El 1º de julio de 1922 salió de Melilla rumbo a Málaga llevando a bordo al general de brigada don Federico Berenguer, su ayudante el comandante Pando Balmes y el coronel de aviación Soriano. En la segunda semana de julio de 1922 se encontraba de nuevo en Melilla. A mediados de agosto de 1922 zarpa de Melilla con el guardacostas Alcázar escoltando un convoy con pertrechos destinados a los Peñones.
La mañana del 25 de agosto de 1922 zarpa de Melilla para situarse frente a la posición de Afrau. Formaba escuadra con el acorazado Alfonso XIII, el crucero Cataluña, el portahidroaviones Dédalo, los cañoneros Recalde y Laya, el cazatorpedero Audaz y los guardapescas Martín y Alcázar.
A finales del mes de septiembre de 1922 zarpa de Melilla rumbo a Málaga con el Alto Comisionado general Burguete a bordo, regresando a los pocos días a Ceuta. A medianoche del 7 de octubre de 1922 zarparon de Ceuta rumbo al río M´Tel, a cinco millas al Este de Punta de Pescadores, el crucero Cataluña, el destructor Bustamante, el cazatorpedero Audaz, el Dédalo, los transportes militares Santa Teresa y Mediterráneo y dos pesqueros. Iban a bordo tropas de La Legión, del regimiento del Serrallo, ingenieros, pontoneros y otros. A las cinco de la mañana del día 8 llegaron a la playa de desembarco, donde les esperaba el comandante de la operación, el general Castro Girona, a bordo del cañonero Bonifaz. Para el mediodía habían desembarcado las tropas y tomadas las posiciones enemigas, quedando los buques fondeados durante esa noche y el día siguiente.
El 10 de octubre de 1922 regresó a Melilla tras escoltar un convoy a Alhucemas y el Peñón de Vélez con el transporte España número 5 y el guardacostas Alcázar. La noche del 25 de octubre de 1922 salieron de Melilla los buques de la escuadra al mando del almirante Aznar, compuesta por el acorazado Alfonso XIII, el crucero Cataluña, los destructores Bustamante, Cadarso y Villaamil, los cañoneros Laya y Bonifaz, el Dédalo, las gasolineras H-2 y H-3, dos torpederos, los guardacostas Tetuán y Larache y otros buques menores, hasta 19. Esta escuadra simuló desembarcos en la ensenada de Bocoya, entre Punta Bebazun y Cabo Quilates, en Sidi Dris y en Afrau. A causa de estas operaciones se suspendió el convoy que iba a salir a Alhucemas, pues los buques de escolta se encontraban con la escuadra. El convoy se organizó a finales de mes, pero tuvo que regresar a Melilla la tarde del 30 de octubre a causa de los temporales. Estaba compuesto por el destructor Bustamante, el vapor España número 5, el guardacostas Alcázar, tres motoras de la Compañía de Mar y el aljibe Progreso.
A finales de la primera semana de noviembre de 1922 volvió a zarpar de Melilla con el guardacostas Alcázar escoltando un convoy compuesto por el transporte España número 5 y cuatro lanchas motoras. Llevaban pertrechos y provisiones a Alhucemas y al Peñón para cuatro días. El 11 de noviembre repitió la salida de Melilla para llevar pertrechos a Alhucemas con el vapor España número 5, el guardacostas Alcázar y dos remolcadores. Acompañado por el portahidroaviones Dédalo salió de Melilla el 16 de noviembre de 1922 y se dirigió a Cádiz para limpiar sus fondos, sustituido en la escolta de convoyes de Melilla a Alhucemas y el Peñón por el destructor Cadarso. A su llegada a Cádiz se puso al mando del capitán de corbeta don Juan Carré Chicarro.
La mañana de 22 de mayo de 1924 zarpa de Cartagena la Escuadra de Instrucción rumbo a Santa Pola para hacer prácticas de tiro. Al finalizar las prácticas, pasaron por los puertos de Valencia, Barcelona e islas Baleares, regresando a Cartagena el 25 de junio. Estaba compuesta por los acorazados Alfonso XIII y Jaime I y los destructores Bustamante, mandado por el capitán de corbeta don Juan Carré Chicarro, Cadarso y Villaamil. Con la incorporación a la escuadra del crucero Reina Victoria Eugenia, entraron en Barcelona el 8 de junio desde Valencia y en el puerto se reunió con una escuadra italiana. Fondeados de nuevo en Barcelona, a las nueve de la mañana del 5 de julio de 1924 salieron de puerto los buques de la escuadra española, los dos acorazados y los tres destructores. Pusieron rumbo a la bahía de Rosas para realizar maniobras. Posteriormente se desplazaron a Mahón, Palma de Mallorca, Alicante y Cartagena. En diciembre de 1924 se puso al mando del capitán de corbeta don Manuel de Vierna Belando.
El 21 de octubre de 1925 fondeó en Melilla para incorporarse a las fuerzas navales que operan en el norte de África. Llegó procedente de la zona de operaciones de Alhucemas. A finales del mes de octubre de 1925 zarpa de Melilla rumbo a Tánger para patrullar la costa. Regresó a Cádiz el 5 de diciembre de 1925.
La tarde del 12 de agosto de 1926 fondearon en Sanlúcar de Barrameda el destructor Bustamante, los torpederos T-15 y T-16 y los cañoneros Delfín y Vasco Núñez de Balboa.
El 16 de octubre de 1929 llegó a Barcelona para dar descanso a las tripulaciones parte de la escuadra que realiza maniobras en el Mediterráneo. Los primeros en entrar en puerto fueron varios torpederos con el destructor Bustamante a la cabeza, mandado por el capitán de corbeta con Joaquín María Gámez Fossi.
A mediados de junio de 1931 pasó a segunda situación en Ferrol, con la mitad de la tripulación y sin navegar. Estaba al mando, desde finales de julio de 1929, del capitán de corbeta don Pedro Lapique Suárez.
Dado de baja el 20 de octubre de 1930.
Bibliografía:
Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.
Diarios ABC, La Acción, El Sol, La Vanguardia.
Compilada por Santiago Gómez.
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