Navío Constante 1730

Posted By on 28 de agosto de 2011

Para supervisar las obras de este navío y del Conquistador son enviados a la Habana los constructores don José Miranda y el santanderino don Pedro Torres, siendo el comisario de Marina, don Juan Pinto, el supervisor de las obras. Poco después fallece José Miranda, quedando Torres como único constructor responsable.

Por una serie de irregularidades el astillero está a punto de cerrarse, salvándolo la llegada de don Juan de Acosta como asentista. Bajo la advocación de San Dionisio, también conocido como San Antonio Abad, fue botado en la Habana en 1728. Armado con 64 cañones, desplaza 1.141 toneladas.

Se le ordena zarpar de la Habana rumbo a Veracruz donde se le esperaba a finales de noviembre ó a primeros de diciembre de 1729 para incorporarse como nave almiranta de la Flota de Nueva España del mando del marqués de Mari. Esta flota había llegado a Veracruz a finales de octubre de 1729.

Naufragó a los ochos días de su partida en Tabasco. La principal causa del desastre la achacaron los técnicos a su pesadez y a la arboladura (falta de flexibilidad), que había sido traída de San Marcos de Apalache, cuando normalmente se importaban de los países bálticos.

Bibliografía:

Gaceta de México, nº 24, noviembre de 1729.

Ariñano y Galdácano, Gervasio de.: La arquitectura naval española (en madera). Madrid, 1920.

Miscelánea. Revista General de Marina. Enero-febrero 2003.

Serrano Álvarez, José Manuel.: El astillero de la Habana y la construcción naval, 1700-1750. Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 2008.

Compilada por Santiago Gómez.

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