Navío Reina Doña Isabel II

Posted By on 17 de febrero de 2012

En 1850 se aprobó la puesta en grada en La Carraca y Ferrol de los últimos grandes navíos de vela. El primero de ellos, de 65 cañones, (después llevaría 86) se llamaría Reina Doña Isabel II. El segundo, de 80 cañones (después llevaría 84), se bautizó como Rey Don Francisco de Asís.

Estos dos buques gemelos fueron diseñados siguiendo los planos del antiguo navío Soberano, siendo su coste unitario de 4.975.000 reales. El Reina Doña Isabel II costó 3.590.446 reales.

Al navío Reina Doña Isabel II se le puso la quilla en La Carraca el 19 de noviembre de 1850, en el dique San Luis. Botado el 13 de octubre de 1852. Entregado el 23 de noviembre de 1853. Aunque demostró sus buenas cualidades marineras y de estabilidad, eran navíos de vela tardíos, que entraron en servicio en la era del vapor, por lo que estaban obsoletos el mismo día de su entrada en servicio.

Con un desplazamiento a plena carga de 4.450 toneladas, las dimensiones de su casco eran las siguientes: 218 pies de eslora, 58 pies y 4 pulgadas de manga, 28 pies y 9 pulgadas de puntal, y 29 pies y 2 pulgadas de calado máximo a popa. Su dotación se fijó en 887 hombres, quedando artillado como sigue: 10 bomberos de a 68 libras, 2 cañones de a 56 y 20 de a 32 en la primera batería; 6 bomberos de a 68, 2 cañones de a 56 y 24 de a 32 en la segunda batería, y 2 bomberos de a 68 y 20 cañones de a 32 en el alcázar y castillo.

Navío Reina Doña Isabel II. Colección de don José Lledó Calabuig.

A primeros de enero de 1857 se ordena que el nuevo navío pase al Mediterráneo para recalar en Mahón. Al mando del capitán de navío don Antonio Arévalo y Guerra zarpa de Cádiz la mañana del 28 de enero con la fragata Bailén y el vapor Colón. El navío salió remolcado por el vapor Hernán Cortés, navegando a su popa la fragata Bailén, al mando del capitán don Federico Failde, remolcada por el vapor Colón. Al día siguiente comenzó a navegar por sus propios medios. La mañana del 8 de febrero avistaron el puerto de Mahón, donde el vapor Colón tomó a remolque al navío, quedando los buques anclados esa misma tarde.

Estando en Mahón, recibieron la orden de regresar a Cádiz, saliendo de puerto el 21 de febrero, acompañados por el bergantín Pelayo. El 12 de mayo de 1857 zarpa de Cádiz con la fragata Bailén, el bergantín Pelayo, las urcas Pinta y Santacilia y el vapor de ruedas Francisco de Asís. Llegan a la Habana el 25 de junio, donde desembarcan a unos 1.500 hombres, ante una posible intervención en México.

Después de realizar varios cruceros en el golfo de México en el año 1858, teniendo como base el apostadero de la Habana, y permanecer siete meses en Guantánamo, zarpó el 17 de abril de 1859 y entró en Cádiz el 24 de mayo, pasando al poco al Mediterráneo.

Salió de Cádiz el 28 de agosto de 1859 al mando del brigadier don Blas García de Quesada, entrando en el puerto de Mahón el 4 de septiembre. La marinería que trajo de América había sido licenciada, realizando durante la travesía a Mahón el entrenamiento necesario con la nueva marinería alistada.

El 28 de septiembre de 1859 llegó a Mahón desde Barcelona la goleta Edetana, al mando del teniente de navío don José Quintas Seoane, con una orden para que el navío se incorporara en Algeciras a una escuadra formada ante la inminente declaración de guerra con Marruecos. Remolcado por la goleta, sale de Mahón y el 11 de octubre llega a Algeciras, asumiendo García de Quesada la jefatura de la escuadra hasta ser relevado por Segundo Díaz de Herrera.

La escuadra formada por la guerra de África y concentrada en la bahía de Algeciras, quedó compuesta por el navío Reina doña Isabel II, al mando del brigadier don Blas García de Quesada, la fragata de vela Cortés, las fragatas de hélice Príncipe de Asturias y Blanca, las corbetas Villa de Bilbao e Isabel II, las goletas de hélice Rosalía, Ceres, Edetana y Buenaventura, los vapores de ruedas Isabel II, Colón, León, Vasco Núñez de Balboa, Vulcano, Santa Isabel, Lepanto, Liniers, Piles, Alerta y Vigilante, los faluchos Terrible, Veloz y Saeta, 30 cañoneros y 40 chalanas. Como transportes de tropas y pertrechos actuaron los vapores San Quintín, San Francisco de Borja, Marqués de la Victoria, General Álava, Patiño, Velasco, Conde de Regla, San Antonio y Ferrol, las urcas Marigalante, Niña y Antilla.

Se concentró con la escuadra en la bahía de Algeciras el 11 de octubre de 1859, mandada por el jefe de escuadra don José María Bustillo y Gómez de Barreda, tomando parte en varias operaciones de traslado de tropas, bloqueo y en el bombardeo de las posiciones enemigas. Al final de las operaciones se unieron a la escuadra el navío Rey don Francisco de Asís, la fragata Bailén y el bergantín Gravina.

El 6 de enero de 1860 tomó parte en el bombardeo de las fortalezas de Tetuán, las cuales hostigaban a las tropas españolas. La escuadra, al mando de Segundo Díaz de Herrera, estaba formada por el navío Reina doña Isabel II, las fragatas Princesa y Blanca, la corbeta Villa de Bilbao, los vapores Vasco Núñez de Balboa, insignia, Isabel II, Santa Isabel, Vulcano, Colón y León. Cesado el fuego enemigo, la escuadra regresó a la bahía de Algeciras.

Tras este bombardeo, Díaz Segundo es sustituido en el mando de la escuadra por don José María de Bustillos y Barreda, jefe de escuadra y capitán general de departamento de Cádiz. Los días 25 y 26 de febrero de 1860 bombardeó las posiciones de Larache y Arcila. En el bombardeo de Larache del día 25, el navío Reina recibió seis u ocho balazos en el casco y tuvo seis heridos.

En 1860 se habilitó el navío Reina doña Isabel II como buque escuela de cabos de cañón y marinería, sustituyendo al navío Rey don Francisco de Asís. En 1861 formó parte de la Escuadra de Instrucción, compuesta por el navío Reina doña Isabel II, al mando del brigadier don Juan de Dios Ramos-Izquierdo, las corbetas Ferrolana, Villa de Bilbao y la fragata Cortés, la fragata de hélice Concepción, las goletas de hélice Consuelo, Circe, Edetana y Buenaventura, los vapores de ruedas Isabel II, Colón, Vulcano, Vasco Núñez de Balboa, Don Antonio de Ulloa, Liniers, Alerta, y el transporte Marqués de la Victoria. Al año siguiente seguía formando parte de la Escuadra de Instrucción, al mando del mismo comandante.

Estado del navío Reina Doña Isabel II en Cartagena en el año de 1872. Foto de J. Laurent.

En 1863 se formó a bordo del navío una academia de música, que antes se encontraba a bordo del navío Rey don Francisco de Asís. En septiembre de 1863 es destinado en Cartagena a escuela de marinería al mando del brigadier don José Lozano y García. En septiembre de 1865 los cabos de cañón pasaron a formarse en la fragata Esperanza, continuando los de marinería en el navío Reina doña Isabel II.

En junio de 1867 es desarbolado y convertido en pontón. Permaneció diecinueve años en este servicio. En noviembre de 1886 quedó a la espera de ser vendido, cuando el 15 de agosto de 1887 se hundió sobre sus propias amarras. Fue reflotado el 10 de noviembre y finalmente vendido para su desguace en 1889.

Bibliografía:

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1800-1868. Tomo I. Ministerio de Defensa. Madrid, 1999.

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.

Castillo, Rafael del.: Historia de la guerra de África. Imprenta Revista Médica. Cádiz, 1859.

García de Arboleya, José.: Manuel de la isla de Cuba: compendio de su historia, geografía, estadística y administración. Imprenta del Tiempo. Habana, 1859.

Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.

Ventosa, Evaristo.: Historia de la guerra de África. Barcelona, 1859.

Compilada por Santiago Gómez.

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